El Gobierno de Brasil ha afirmado este viernes que los incendios en la región de la Amazonia «no están fuera de control», luego de la indignación que se registró en varios países de todo el mundo por el fuego que ha devorado parte del «pulmón del planeta» en las últimas semanas.
A través de una nota enviada a medios de comunicación, la Administración del presidente Jair Bolsonaro señaló que los incendios son habituales en la región de la selva amazónica y que su Gobierno no ha dejado de invertir recursos para el combate a este tipo de siniestros.
En su nota, el Ejecutivo señala textualmente:
- Los incendios forestales ocurren todos los años en Brasil. Estamos en un período crítico de quema.
- El Gobierno Federal está actuando, por medio del Ibama (Instituto Brasileño del Medio Ambiente) e ICMbio (Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad), en conjunto con los estados, para contener los focos de incendios.
- En 2019, el Ministerio de Medio Ambiente mantuvo el programa de brigadas federales del Ibama y ICMBio.
- El Gobierno Federal está apoyando los estados en situación de emergencia, a ejemplo del amparo a Rondonia (estado situado en la región amazónica).
- Los recursos financieros para control de incendios permanecen en niveles similares a los de años pasados, pese a la anterior crisis económica.
- 2.409 brigadistas del Gobierno Federal están actuando a disposición de los gobiernos regionales. Existe un contingente mayor a la media registrada en años anteriores.
- Brasil es referencia mundial en el combate terrestre a los incendios forestales, y coordina la Red Suramericana de Incendios Forestales, dando entrenamiento y asistencia a otros países.
- Casi todos los incendios registrados en 2019 son de nivel 1, el más bajo en una escala que va hasta 3.
- Los incendios que ocurren ahora no están fuera de control.
Previamente, Bolsonaro declaró que evalúa mandar al Ejército brasileño a la Amazonia para contener el fuego.
En días recientes, el mandatario acusó a organizaciones no gubernamentales de estar detrás de los incendios, aunque no ofreció ninguna prueba para respaldar su «sospecha».