En los Juegos de Londres 2012, Oscar Pistorius se convirtió en el primer doble amputado en competir en una cita olímpica. Entonces se le consideró un héroe, pero su historia terminó de forma trágica tras asesinar a su novia, Reeva Steenkamp, y ser condenado a 13 años y 5 meses de cárcel. En los Paralímpicos de aquel mismo año, el estadounidense Blake Leeper, que nació sin piernas, consiguió una plata en los 400 y un bronce en los 200, finalizando curiosamente ambas pruebas por detrás del sudafricano.
Al mismo tiempo que Pistorius afrontaba su juicio por asesinato, el estadounidense iniciaba un calvario por culpa del alcohol y las drogas, que le llevó a dar positivo por cocaína en 2015. Consiguió superar aquellos problemas y regresó al atletismo con la idea de conseguir también llegar a unos Juegos Olímpicos. Al contario que el sudafricano, Leeper tendría serias opciones incluso de medalla basándonos en sus marcas recientes, aunque para cumplir su sueño debe ganar su batalla legal a la IAAF.