El presidente Donald Trump volvió a atacar la ciudad estadunidense de Baltimore, al sugerir que es más violenta que Honduras, país centroamericano sin guerra con una de las tasas más elevadas de homicidios del mundo.
Trump fue acusado de racismo tras arremeter el fin de semana contra el senador demócrata negro Elijah Cummings, de Baltimore, una ciudad con mayoría negra y gobernada por demócratas.
Incluso dijo que Baltimore era un «desastre asqueroso», «infestado de ratas y roedores», donde «ningún ser humano querría vivir allí».
En 2017, según datos del FBI, las últimas cifras disponibles, Baltimore, con una población de 600 mil personas, tenía una tasa de 55.8 homicidios cada 100 mil habitantes.
Honduras, con una población de más de nueve millones, registró 41.2 homicidios cada 100 mil habitantes en 2018, y San Pedro Sula figuró entre las ciudades más violentas del mundo en un informe de noviembre pasado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con más de 80/100 mil asesinatos.