Este 25 de julio se ha descubierto un nuevo asteroide, bautizado como 2019 OK y con unas dimensiones semejantes a un campo de fútbol. Aproximadamente a las 1:22 GMT, el cuerpo celestre pasó inusualmente cerca de la Tierra a una velocidad de más de 24,5 kilómetros por segundo (88.500 kilómetros por hora), pero los científicos no se dieron cuenta de su presencia hasta pocas horas antes, afirma el portal ScienceAlert.
De acuerdo con las estimaciones de la NASA, el asteroide tiene un diámetro de entre 57 y 130 metros y pasó a 73.000 kilómetros de la Tierra entre esta y la Luna (la distancia media entre nuestro planeta y la Luna es de 384.400 kilómetros).
El asteroide fue detectado por los astrónomos brasileños del observatorio Sonear. Según el portal, durante su aproximación más cercana y en las horas de oscuridad, el 2019 OK habría sido visible con unos simples binoculares, pero los científicos no tuvieron tiempo para avisar al mundo sobre su aproximación, pues no pudieron rastrearlo hasta este miércoles.
El objeto tiene una órbita elíptica y una trayectoria que atraviesa el cinturón de asteroides entre las órbitas de Marte y Júpiter y luego pasa por dentro de las órbitas de la Tierra y Venus.
Alan Duffy, científico principal de la Royal Institution of Australia (RiAus), reveló a The Washington Post que la llegada de 2019 OK no debería haber sorprendido a nadie, ya que existían pronósticos para esta semana sobre la llegada de un par de asteroides que pasarían relativamente cerca de la Tierra.
«Pensé que todo el mundo estaba preocupado por algo que sabíamos que se avecinaba», dijo el experto. Cuando Duffy conoció los detalles sobre 2019 OK, confesó que para él «fue un verdadero shock». Este asteroide, explicó, pertenece al grupo de rocas espaciales a la que la comunidad astrónoma llama «asesinos de ciudades». Si hubiera golpeado la Tierra, afirmó, los daños habrían sido devastadores.