Aunque el señor gana poco, nunca deja de comprarle croquetas a su perro fiel.
Un hombre de la tercera edad que para sostenerse vende chicles en las calles del centro de la Ciudad de México, demostró que las mascotas no son sólo animalitos que nos acompañan, son parte de la familia y como tal, nos acompañan hasta en la situaciones más adversas.
Y es que este señor se transporta todos los días hasta el Metro Zócalo para, en compañía de su esposa y su perro, vender dulces y chicles, pero el poco dinero que ganas como producto de su trabajo, ellos deciden compartirlo con el can a quien alimentan a diario.
El señor, cuyo nombre se desconoce, se hizo famoso en Internet luego de que un usuario de Facebook publicara un par de fotos de él y el perro que permanece quieto, echado sobre una mochila y abrigado con un suéter y una cobija pues según puede verse, el día que lo retrataron estaba nublado.
Si quieres ayudar a esta familia llena de amor, puedes encontrarla en una de las escaleras de salida y entrada del metro Zócalo, las que están a un costado del Palacio de Gobierno y frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.