El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, se somete este jueves a la segunda y definitiva votación en el Congreso para su reelección, sin tener garantizados los votos suficientes, ya que su partido no ha llegado a un acuerdo con la coalición de izquierda Unidas Podemos.
Las consultas y negociaciones continúan hasta el último minuto, a la espera del arranque la sesión de investidura en la cámara baja del Parlamento. Sin embargo, en el inicio del debate, el líder socialista descartó haber alcanzado un acuerdo: «Lamento constatar que persiste el bloqueo«. Además, criticó al líder izquerdista Pablo Iglesias por el rechazo a las propuestas de alianza, a las que consideró insuficientes.
Sánchez, ganador en las elecciones generales del 28 de abril, se presentó como candidato a la jefatura del Gobierno, pero su partido, el PSOE, con 123 escaños, no tiene suficiente para conseguir la reelección, por lo que necesita el apoyo de un segundo grupo, en principio, Unidas Podemos, al que el PSOE definió como «socio preferente».
Sin embargo, en la primera votación, celebrada el pasado día 23, el candidato socialista no consiguió el apoyo UP, que se abstuvo, con lo que su candidatura fue rechazada, por lo que este jueves se realiza una segunda y última votación, para la que necesita una mayoría simple, y si no es elegido, su candidatura decae.
Después de dos días intensas negociaciones, a escasas horas de la votación no hay acuerdo entre los dos grupos, ya que UP, que consiguió que el PSOE aceptara su propuesta de un ejecutivo de coalición, reclama áreas de gobierno que los socialistas no están dispuestos a ceder.
Para intentar una salida, Podemos envió durante la mañana una nueva oferta, en la que pide una vicepresidencia del gobierno competente en temas sociales y de igualdad, y tres ministerios, en lugar de cinco, como solicitaba inicialmente.
La propuesta fue rechazada por el PSOE, que la consideró «más de lo mismo», aunque ambas partes coinciden en la opción de darle a Podemos una vicepresidencia social y el ministerio de Sanidad.
En medio de este bloqueo, el negociador jefe de Podemos, Pablo Echenique, dijo que «todavía no hemos decidido» el sentido del voto en la investidura, por lo que dejó la ventana abierta a un eventual entendimiento de último minuto. «Estamos cediendo en cada paso que damos», enfatizó.
Para sacar adelante su investidura, Sánchez necesita el apoyo de otras fuerzas, en forma de sí o de abstención. En ese sentido, los independentistas catalanes de ERC y los vascos de EH Bildu aumentaron la presión sobre PSOE y Podemos, al anunciar que se abstendrán.
Si Sánchez no consigue el apoyo suficiente, su candidatura decae y comenzaría a correr el plazo de dos meses que marca la Constitución para intentar una nueva candidatura con apoyos suficientes, y si no, habría repetición de elecciones en noviembre.
