El hombre tuvo un accidente en un curva a 12 kilómetros de su casa y la mascota se quedó en el santuario que le erigieron. Los vecinos le llevan comida y agua.
Un perro vive en el santuario que se construyó en la ruta de la ciudad de Nafpaktos, Grecia, en homenaje a su dueño. El hombre se mató ahí hace un año y medio en un accidente automovilístico al chocar con una mezcladora de cemento.
Haris era un hombre de 40 años que murió trágicamente en una vieja ruta al lado del río Eveno, a 12 kilómetros de su casa, y su mascota permanece en el lugar desde aquel día.
Conmovidos por la lealtad, los lugareños le llevan agua y comida todos los días al perro.