Miles de manifestantes salieron este sábado a las calles en Hong Kong en protesta contra los comerciantes de la China continental cercanos a la frontera, en la última de una serie de protestas que se han registrado en la ex colonia británica en el último mes.
Unas 20.000 personas se reunieron en Sheung Shui, una ciudad a solo unos minutos en coche de la frontera con China con el lema de «recuperar Sheung Shui», donde los residentes locales se han quejado durante años de las molestias causadas por los comerciantes de la China continental, que compran allí productos a granel para revenderlos.
Esta nueva protesta se produce cuatro días después de que la líder de Hong Kong, Carrie Lam, anunciara la «muerte» de un proyecto de ley de extradición muy criticado, que habría permitido a Hong Kong transferir a sospechosos a jurisdicciones con las que actualmente no tiene acuerdos de extradición, incluida la China continental.
Aunque Lam, jefa del Ejecutivo de Hong Kong, declaró la desaparición del proyecto de ley el martes, el descontento popular con el Gobierno continúa siendo alto.
La protesta de este sábado es uno de los actos contra el Gobierno planeados para las próximas dos semanas en diferentes partes de la ciudad.
Durante la marcha de Sheung Shui, los manifestantes repitieron consignas contra los compradores, quienes durante la última década han estado cruzando la frontera para recoger artículos del día a día, desde leche de fórmula para bebés hasta cosméticos y bombones de chocolate, revendiéndolos en China.
La práctica, conocida como «comercio paralelo», permite a los comerciantes obtener ganancias a partir de las diferencias de precios entre China continental y Hong Kong, que, a diferencia de China continental, no cobra un impuesto a los bienes y servicios.
Los residentes locales se encuentran en peor situación debido a la práctica, ya que el distrito se ha inundado de comerciantes paralelos y muchas tiendas antiguas han cerrado, y han sido reemplazadas por farmacias y tiendas de cosméticos que atienden a los comerciantes.
El coordinador de la protesta, Ronald Leung, dijo a la agencia EFE que a pesar de que Lam había declarado «muerto» el proyecto de ley de extradición, la gente de Hong Kong sigue descontenta con el Gobierno y continuará saliendo a las calles.
«Sí, el proyecto de ley ahora se conoce como ‘muerto’, pero la gente no confía en el Gobierno y todavía hay muchos problemas locales que no se han resuelto», añadió.
En opinión de una de las participantes en la marcha, Kitty, ama de casa y residente de Sheung Shui, «el proyecto de ley de extradición es un gran problema, pero hay muchos otros problemas en diferentes partes de Hong Kong desde que regresó a China. Es hora de que todos salgan a la luz», sostuvo