El Departamento de Estado tiene una lista de países en Alerta 3, lo que significa que, debido a diversos problemas, es mejor no desplazarse a ellos o reconsiderar el viaje. Estas son las naciones a las que sería mejor que no vayas incluso si ya tienes un billete.
Honduras. El país centroamericano tiene «algunas áreas de riesgo elevado», según Estados Unidos. La alerta del Departamento de Estado sostiene que es peligroso viajar a esta nación debido al crimen violento y que es común que se produzcan asesinatos y robos con arma. También recuerda que las pandillas controlan numerosas zonas y las personas pueden sufrir extorsión, violación o ser víctimas del tráfico humano. En la imagen, soldados patrullan playas de Tela, en el Mar Caribe.
Mauritania. Este país africano vive una situación de terrorismo y crimen que hace que sea aconsejable no visitarlo. Hay que sumar que la «policía local no tiene recursos para responder correctamente a los crímenes serios». Además, el Departamento de Estado recalca que los occidentales son objetivo de los grupos criminales. En la imagen, unos surfistas pasan frente a los restos de un buque en una playa.
Burkina Faso. Estados Unidos recalca que en esta nación hay terrorismo, crimen y secuestros. Pese a que no está en la lista de países a los que no hay que viajar, el Departamento de Estado publicó una lista con 11 regiones en las que es mejor no poner el pie ya que no pueden ofrecer ningún tipo de servicio de emergencia. En la imagen, unas turistas francesas en Laong, un lugar conocido por sus esculturas de granito.
Níger. Al igual que otras zonas en África, el terrorismo, el crimen y el riesgo de ser secuestrado son razones para reconsiderar el viaje a este país. Los grupos terroristas suelen atacar zonas frecuentadas por occidentales y muchas veces no avisan. Estados Unidos pide tener un plan de contingencia por si acaso es necesario. En la imagen, el minarete hecho de barro más alto del mundo, en Agadez.
Nigeria. Washington pide a quien se desplace por esta nación que aumente en extremo las precauciones debido a la«amenaza continua de violencia». Y es que los robos a mano armada y de autos, los secuestros y las violaciones son comunes en todo el país. Además, existen tres zonas a las que se recomienda no ir. En la imagen, varias turistas toman fotos en las colinas de Idanre.
Nicaragua. El clima político y social de este país centroamericano hace que sea aconsejable cancelar cualquier viaje. A la inestabilidad y el crimen, se suman la deficiente red de salud y la aplicación arbitraria de leyes. Washington recuerda que es normal encontrarse a policías o civiles vestidos de policía que tienen como objetivo a aquellos que se opongan o muestren contrarios al presidente Daniel Ortega.
Haití. Hasta hace poco, Estados Unidos había colocado a este país en la lista de las naciones a las que no había que viajar. Pese a que ya no está en esa alerta 4, Washington recuerda que la conflictividad social, el crimen y los secuestros son razones suficientes para replantearse la visita. Además, Estados Unidos tiene una capacidad limitada para ofrecer servicios de emergencia a los ciudadanos estadounidenses. En la imagen, un saqueo durante protestas en la capital, Port-au-Prince, en 2018.
Líbano. Pese a que es conocido como la ‘Suiza del Medio Oriente’, este país sufre problemas tan graves comoterrorismo, altas tasas de criminalidad y su seguridad también está en juego por conflictos armados. Washington señala tres zonas a las que no hay que viajar: la frontera con Siria, la frontera con Israel y los campos de refugiados. En la imagen, un autobús turístico en Beirut, capital del país.
República Democrática del Congo. Como otros países africanos, la inestabilidad y el crimen plagan grandes zonas de esta nación. A ello hay que sumarle un gran riesgo sanitario: la explosión del virus del Ébola. Muchos turistas han sido asaltados por delincuentes que estaban vestidos como policías o agentes de seguridad. En la imagen, un miembro de la MONUSCO, la misión de paz de la ONU en ese país.
Turquía. Pese a que Estambul es uno de los destinos más deseados del Medio Oriente, Estados Unidos subraya que Turquía aún padece terrorismo y detenciones arbitrarias. Además, las zonas limítrofes a Siria e Irak son peligrosas y existe un riesgo real de ser secuestrado. Los ataques terroristas en lugares públicos, como mercados, aeropuertos o zonas de oración (visitados por turistas) han sido frecuentes en los últimos años. En la imagen, la policía en Estambul durante una protesta.
Pakistán. Estados Unidos asegura que en este país los servicios de emergencia son limitados. El terrorismo es el principal problema, pero el Departamento de Estado recalca que hay algunas zonas donde además hay otros peligros (como secuestros y enfrentamientos por conflictos armados). Los ataques terroristas, que muchas veces tienen como objetivo sitios turísticos, mercados o incluso sedes diplomáticas, han dejado cientos de muertos. En la imagen, mujeres con trajes tradicionales durante la fiesta Joshi, que celebra la llegada de la primavera y que atrae a turistas.
El Salvador. El país centroamericano tiene un gran problema: el crimen. Los delitos violentos como asesinatos, asaltos, violaciones y robos a mano armada son comunes. A eso hay que sumarle la violencia que generan las pandillas, que han implantado la extorsión, la delincuencia callejera, el narcotráfico y el tráfico de armas prácticamente por todo el país. Por si fuera poco, la policía local no tiene los recursos necesarios para responder eficazmente ante una situación de peligro para el turista. La fotografía muestra a fuerzas de seguridad en el centro de San Salvador dentro del lanzamiento de un nuevo plan de seguridad del presidente Nayib Bukele.
Guinea Bissau. Las personas que viajen a este país africano pueden tener problemas desde el momento en que se bajen del avión. El crimen y la conflictividad social son los principales retos del gobierno, pero Washington resalta quevendedores agresivos, mendigos y, a veces, delincuentes atacan a extranjeros en el aeropuerto de Bissau y otras áreas concurridas de la capital y el resto del país. La foto muestra a un soldado tras un tiroteo en la capital del país.
Burundi. La violencia política y el crimen hacen de esta nación un destino que es mejor evitar. Pese a que los occidentales no suelen ser el objetivo, el «riesgo de estar en el lugar equivocado, a la hora equivocada» es alto. De hecho, los ataques a veces se realizan con granadas y su explosión puede provocar que cualquiera sea alcanzado. Y los servicios médicos son limitados o incluso inexistentes. En la imagen, una protesta contra el presidente.
Chad. Al igual que otros países, el crimen y el terrorismo están golpeando a Chad. Pero esta nación africana tiene otro grave peligro: campos minados. Grandes áreas de la frontera con Sudán y Libia están repletas de explosivos. El pasado año hubo un aumento de crímenes violentos como robo a mano armada y de coches. En la foto, un soldado en medio de un mercado tras un atentado bomba en la capital, N’Djamena