Con gases lacrimógenos y pelotas de goma, la Policía lleva horas intentando desalojar a las decenas de miles de manifestantes, sobre todo jóvenes, que han cercado el Parlamento de Hong Kong para impedir que se tramite la ley de extradición a China. Por hoy lo han conseguido, ya que el debate previsto se ha pospuesto hasta nuevo anuncio debido al caos reinante.
Tras cortar la avenida frente a los edificios gubernamentales y del Consejo Legislativo (Legco), los manifestantes han conseguido su propósito.
Pero han provocado una contundente reacción policial, que los ha dispersado con gases lacrimógenos. En un peligroso movimiento de masas a través de las estrechas escaleras mecánicas y atestados pasos elevados, los jóvenes retrocedían entre toses y lágrimas para huir de los gases y avanzaban gritando puño en alto cuando se disipaban. Entonando el grito de guerra de la protesta, «Chet Guo» («¡Retiradla!»), pedían la anulación de la controvertida ley de extradición con el autoritario régimen de Pekín.cortesíaabc.es
