México.- Una pieza arqueológica de más de 2.000 años, identificada como un fragmento de la Estela 2, fue devuelta el miércoles por Estados Unidos a México a través del consulado general de este país en Nueva York, anunció hoy el Gobierno mexicano.
El fragmento es originario de la región de La Mar, en el estado suroriental de Chiapas.
Según registros del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, la reconstrucción permite afirmar que la Estela 2 se registró el 8 de diciembre del año 36 a.C., lo cual la convierte en la pieza arqueológica conocida más antigua de Mesoamérica.
Actualmente un fragmento de loza en piedra caliza de la Estela 2 se exhibe en la sala de arqueología del Museo Regional de Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez.
En un comunicado conjunto, los ministerios mexicanos de Relaciones Exteriores y de Cultura informaron de que la pieza ahora recuperada «fue devuelta a nuestro país por conducto del Instituto para la Preservación del Patrimonio Cultural de la Universidad de Yale».
Precisaron además que «desde 1966 la pieza se encontraba en posesión de un coleccionista estadounidense, quien en 2018 solicitó al Instituto de la Universidad de Yale ser el medio para gestionar su devolución».
Ambas instituciones señalaron que algunos trabajos de investigación llevados a cabo en la región de La Mar, Chiapas, dan cuenta de la existencia del registro de la Estela desde 1903.
Esta devolución se conoce poco después de que, tras años en manos de un coleccionista amateur, México recuperase dos piezas arqueológicas de la cultura teotihuacana (200-700 d.C.) con ayuda de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos.
«Se trata de dos figuras antropomorfas elaboradas en barro mediante técnicas de modelado, alisado, incisión y aplicación de pastillaje», explicó el arqueólogo mexicano, Omar Silis García, en un acto de la embajada de EE.UU en México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) del ministerio de Cultura de México.
Ambas piezas, cuyas dimensiones son de 6,5 centímetros por 9 centímetros,representan a un personaje masculino sedente (sentado), desnudo que porta pulseras y ajorcas (aros de metal), collar y faja, con expresión adusta y sin pelo.
Aunque no había denuncias de robo, ni de sustracción ilegal o pérdida por parte del Gobierno mexicano, las piezas se hallaron en un sótano de un coleccionista amateur y misionero religioso en el estado de Indiana (EE.UU.) en 2016 pero por dificultades de procedimiento hasta este miércoles no se entregaron a México.
México y Estados Unidos colaboran activamente en materia de recuperación y restitución de bienes culturales, a través de la aplicación del Tratado de Cooperación entre ambos países, que dispone la Recuperación y Devolución de Bienes Arqueológicos, Históricos y Culturales Robados.
Este tratado fue suscrito el 17 de julio de 1970.
