Twitter, Chrome, Wikipedia, YouTube y muchas otras aplicaciones incluyen esta opción que reduce el brillo y el consumo. Las razones que invitan a sumarse a la tendencia y algunas opiniones que la rebaten.
Hace algunos días en TN Tecno “espiamos el futuro” de WhatsApp que, según se filtró, en próximas actualización incluirá un modo oscuro. Si la novedad se confirmase, el mensajero de Facebook se sumaría a muchas otras aplicaciones y softwares que incluyen la función, como Twitter o YouTube.
Esa “moda” también la vemos en algunos sitios web. Incluso hay extensiones para oscurecer el aspecto de los navegadores más populares.
La característica (a la que también se la conoce como “modo nocturno”) es usualmente opcional. O sea, no llega por defecto y por eso debe activarse desde los respectivos paneles de configuración.
En la práctica, las interfaces brillantes y claras son reemplazadas por oscuras y opacas. Por lo general, los fondos blancos pasan a ser negros. Y en ocasiones, tal como vimos en la filtración del modo oscuro en WhatsApp, se opta por tonalidades grises.
Más allá de preferencias estéticas, ¿cuáles son las ventajas del modo nocturno? A continuación, confirmaremos que hay un beneficio primario, aunque existen otros “favores” colaterales.
Útil y oscuro
El mayor beneficio de lado oscuro de las apps es, además, la razón principal para utilizarlo en el momento adecuado. Como imaginarás, se trata de cuidar la salud visual en tiempos en los que las pantallas ganaron un amplio protagonismo en nuestras vidas.
Son muchos los estudios que advierten acerca de los riesgos que implica la exposición prolongada a la luz de las pantallas, celulares incluidos.
Tal como repasamos acá, una investigación realizada en la Universidad de Toledo, de Estados Unidos, señaló que la exposición cercana o prolongada a la luz azul puede desencadenar daños irreversibles en las células de los ojos.
“Los fotorreceptores son como un vehículo, y la retina vendría a ser el gas. Si esto es así, entonces la luz azul (de las pantallas) es una chispa peligrosa”, fue la metáfora de uno de los investigadores involucrados.
Por su parte, el autor principal de aquel estudio dijo: «Mirar una pantalla, en particular si lo hacemos de noche, implica absorber esta luz en un área muy pequeña dentro de nuestro globo ocular, lo que puede intensificar dicha luz, de la misma manera que una lupa sostenida contra el sol magnifica la intensidad lumínica, al punto de quemar algo”.
A modo de asterisco, cabe señalar que toda fuente lumínica tiene aproximadamente 25% de la mencionada variante azul. A diferencia de la luz blanca, aquella tiene longitudes de onda corta, proyecta más energía y por eso es más dañina para los ojos. Se entiende, en tanto, que la luz azul no es exclusiva de los teléfonos: también está presente en otras pantallas (tablets, televisores, etcétera) e incluso en la luz solar.
Retomando la temática que nos convoca, el modo oscuro propicia un descanso para los ojos, sobre todo en horarios nocturnos o en espacios con poca luz. Además, también ayuda a reducir los efectos nocivos en el sueño que provoca la exposición a las pantallas.
Efectos colaterales
Además de las ventajas para la salud visual –que como veremos más adelante, no son aceptadas por toda la comunidad científica- hay otros beneficios del modo nocturno que sí son innegables. Uno de ellos es el ahorro de batería: una pantalla con menos brillo consume menos.
Y esa es una muy buena razón para hacer uso de esa característica, a sabiendas de que nuestros celulares muchas veces agotan su batería antes de que un enchufe nos ofrezca la salvación, cargador mediante.
Por último, hay un favor que no es muy mencionado cuando se habla del modo oscuro. Se trata de la discreción, sobre todo en espacios en los cuales no deberíamos usar el smartphone. El ejemplo más gráfico es el cine: si fuera urgente consultar la pantalla y lo hacemos con una interfaz oscura, seguramente molestaremos mucho menos a los espectadores cercanos. Lo mismo ocurre si compartimos cama.
¿Es mentira?
Como señalamos, nadie podrá decirnos que el modo nocturno no ofrece buenas noticias para el ahorro de energía. Pero hay quienes dicen que la característica no trae ninguna ventaja a la salud visual.
Consultado por el sitio Xataka, el médico oftalmólogo y creador de la plataforma Ocularis, Rubén Pascual, dice que realmente no hay evidencia de que la luz azul afecte a nuestros ojos.
Además, asegura que la misma se encuentra en mayor proporción en el sol que en las pantallas de los dispositivos y que, en ese sentido tiene más riesgos de sufrir daños por exposición prolongada un pastor o un marineros que está bajo el sol, que el usuario de un teléfono móvil.
En cuanto a los efectos negativos en la calidad del sueño, el experto señala: «El problema no es la luz, sino excitar al cerebro antes de dormir usando el celular. Sería lo mismo si hacemos ejercicio antes de ir a la cama”.
¿Su consejo? No abusar de las pantallas. Pero Pascual no “culpa” a las interfaces muy luminosas, sino a al esfuerzo que supone enfocar la vista de manera continua en un punto.