El fallecimiento de la Pastora Ninoska de Ponce ha conmovido a la congregación evangélica de San Pedro Sula, que han abarrotado las calle donde se velan su cuerpo.
La funeraria ha resultado insuficiente para los cientos de personas que quieren ver por ultima vez a su Pastora, hermana, amiga, Madre, consejera y ser humano que pasaba pendiente al tanto de cada uno de los que llegaban a su congregación.
Tristes lógicamente, pero celebrando la vida de un gran ser humano que supo hacer el bien y vivir su vida en Cristo, que nos dice que el desaparecimiento físico no es mas que un paso a la vida eterna.ER