Fue condenado a cuatro años de prisión. Los daños causados por el obrero se estiman en 850.000 libras esterlinas.
Al enterarse de que había sido despedido de su trabajo en la construcción, Daniel Neagu tomó una decisión extrema para vengarse de sus jefes: subió a su máquina excavadora y comenzó a grabarse mientras destruía varias de las casas del barrio en el que había estado trabajando. El hecho ocurrió en el condado de Hertfordshire, en Inglaterra, donde el hombre fue condenado a cuatro años de cárcel.
Como parte de su plan, Neagu, un rumano de 31 años que llegó al Reino Unido en 2015, derribó un total de cinco casas del complejo Royal Gardens, en Buntingford, y provocó daños estimados en 850.000 libras esterlinas.
“Esto es lo que pasa cuando no le pagan al trabajador por su arduo trabajo. Esta es una buena lección para que lo comprendan”, dijo el hombre en el video en el que se lo ve destruyendo las propiedades. Según los testigos, una vez consumada la venganza, el obrero se quedó en el lugar y esperó con calma la llegada de la Policía.
Neagu declaró que tanto él como el resto de sus compañeros de trabajo no habían recibido el dinero correspondiente por los servicios que prestaron a la empresa que los había contratado. “Estos tipos piden 400.000 libras por estas casas, pero no tienen para pagarle 16.000 a sus empleados. Quería darles una lección», explicó.
Como consecuencia de no haber podido cobrar sus honorarios, el obrero declaró ante la Justicia que no tenía cómo pagarle a las seis personas que habían estado a su cargo. Fue por ese motivo que tanto él como su familia comenzaron a recibir amenazas, por lo que aseguró sentirse más seguro dentro de la cárcel que fuera de ella.
El rumano fue condenado a 4 años de prisión
[videoadplayer id=»470332″]