Queridos jóvenes: ¿Cómo podemos conocer y conservar el gozo profundo de la fe? “Deléitate asimismo en el Señor, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmo 37:4). Para perseverar en la fe debemos buscar cada día la presencia de Jesús, tener un diálogo real, humilde y confiado con él.
Buscar su presencia es poner nuestra confianza en él, conscientes de que vivimos bajo su mirada. Aprendan a ver cómo el Señor Jesús obra en sus vidas, descúbranlo en el día a día. Él nunca los abandonará. Él dio su vida en la cruz por amor a ustedes.
Buscar al Señor también significa recibir su Palabra, la cual alegra el corazón: “Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” (Jeremías 15:16). Aprendan a leer y meditar la Biblia, allí encontrarán respuestas a sus preguntas. La Palabra de Dios nos permite descubrir las maravillas que él hizo. Ella nos invita a alabar, a adorar y a regocijarnos ante Dios: “Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos” (Salmo 95:2).
Algunas veces el cristiano debe atravesar momentos de prueba, sufrimiento y tristeza. Pero, incluso en esos momentos, el Señor desea hacerle sentir el gozo de su amor. El apóstol Pablo dio testimonio de ello: “Entristecidos, mas siempre gozosos” (2 Corintios 6:10).
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría… Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús” (Colosenses 3:16-17).