Su dueño lo bautizó como «Wally». Lo tiene en su casa, en Pensilvania, desde septiembre de 2015. Le gusta esconderse en el ropero, ver televisión y derribar tachos de basura.
Joie Henney, un ciudadano estadounidense de Pensilvania, está orgulloso de la mascota que tiene. A pesar de que muchos lo miran raro y advierten que es peligroso, él asegura que su compañero es de «apoyo emocional» y puede calmar a cualquiera que interactúe con el. El detalle: es un caimán de un metro y medio de largo.
En una entrevista con el medio York Daily Record, el dueño de este particular reptil contó que lo tiene desde septiembre de 2015 y lo bautizó con el nombre «Wally».
A pesar de que es un animal salvaje, Hanney aseguró que tiene actitudes domésticas: le gusta ocultarse en los armarios de su casa, derribar tachos de basura y hasta ver televisión. «Es como un perro. Quiere que lo quieran y lo acaricien», sostuvo.
El hombre, que es un amante de los reptiles, reveló que no es el único caimán que tiene en su domicilio. También tiene a «Scrappy», de dos años. Ambos pasan la mayor parte del tiempo en un estanque de más de mil litros de agua, en la sala de estar de su propiedad. Son uno más de la familia.
Henney, que tuvo entre 1989 y 200 su propio programa de televisión de caza y pesca, explicó que visita muchas escuelas y centros para personas mayores con Wally. Y aunque muchos piensan que es peligroso, él argumentó que su caimán tiene puede relajar a cualquiera que lo acaricie.
