La Policía de Sudán admitió hoy la muerte de tres manifestantes durante las protestas de ayer en la capital, Jartum, pero negó que las fuerzas de seguridad emplearan fuego real para dispersarlas, tal y como denunciaron los organizadores.
El portavoz de la Policía, Hashem Mohamed Abdelrahim, negó en declaraciones a la agencia de noticias oficial SUNA la muerte de un menor de 14 años en las manifestaciones y aseguró que las informaciones difundidas por varios medios de comunicación «no son ciertas».
El Comité Central de los Médicos, sindicato paralelo al oficialista, había anunciado el fallecimiento de tres personas, un menor y un médico en las protestas de ayer, y un hombre de 60 años que pereció hoy por las heridas de bala sufridas el día anterior.
El portavoz de la Policía señaló que ayer se registraron algunos heridos durante las «reuniones públicas ilegales», que la Policía dispersó con gases lacrimógenos, pero aseguró que esas heridas no fueron provocadas por la intervención policial.
«Aseguro que la Policía no emplea balas para dispersar las manifestaciones», remachó Abdelrahim.
Según los organizadores de las protestas, partidos opositores y ONG locales e internacionales, las fuerzas de seguridad han abierto fuego contra los manifestantes y al menos 40 han muerto en el pasado mes, de acuerdo a los cálculos de Amnistía Internacional.
Otras cuatro organizaciones de derechos humanos, incluida Human Rights Watch, denunciaron hoy que las fuerzas de seguridad sudanesas han matado a decenas de manifestantes y han arrestado a cientos desde el comienzo de las protestas contra la carestía el pasado 19 de diciembre. EFE
