Breana Rouhselang era una querida cheerleader y su novio, Aaron Trejo, un jugador del equipo de fútbol americano. El caso conmocionó la pequeña ciudad de Mishawaka, en Estados Unidos.
El domingo, el equipo de fútbol americano de la escuela secundaria Mishawaka High School de Indiana iba a celebrar con una gran fiesta el final de una buena temporada. Pero una grave noticia cambió todo: habían encontrado el cuerpo de una porrista, Breana Rouhselang, en un contenedor de basura. Tenía la cabeza cubierta con una bolsa plástica y había recibido varias puñaladas. El acusado del crimen no era otro que su novio, Aaron Romeo Trejo, uno de los jugadores del equipo de los «Cavemen», los «cavernícolas».
Breana, de 17 años, estaba embarazada de seis meses. El padre era Trejo, de 16 años.
Según el canal local WNDU, Trejo confesó al detective Gery Mullins que mató a su novia porque ella había esperado demasiado para contarle acerca del embarazo, y ya era demasiado tarde para practicar un aborto. «Tomé medidas…le quité la vida», declaró el joven.
El crimen ocurrió el 8 de diciembre por la noche, después de que Trejo citara a la joven para supuestamente hablar del embarazo. Su familia alertó la policía cuando no la vieron volver.
Ante el detective, Trejo reconoció que planificó el ataque durante una semana. Agarró en la cocina de su casa un gran cuchillo y una bolsa plástica.
La apuñaló varias veces y luego cubrió su cabeza con la bolsa para ahogarla. Tiró su cuerpo en un contenedor detrás de un restaurante de comida italiana y arrojó al río el celular de la víctima y el arma que usó para matarla.
El joven fue acusado de homicidio y feticidio y deberá comparecer ante un juez el 19 de diciembre. Mientras, sus compañeros de la escuela organizaron una vigilia en memoria de Breana.
