Kylian Mbappé no cumplió todavía 20 años. De todos modos, ya brilló en Monaco, salió campeón del mundo con Francia y es el segundo fichaje más caro de la historia del fútbol: PSG pagó por él 180 millones de euros, cifra que sólo es superada por los 222 millones que el mismo club gastó para comprar a Neymar. En este contexto, el delantero intenta salir un poco de la burbuja del fútbol. Y, pese a su juventud, hasta se anima a criticar a los mercados. “Mi traspaso fue indecente”, aseguró en una entrevista con Radio Montecarlo.
“Para mí es indecente. Vengo de una familia bastante modesta y creo que es indecente”, agregó la estrella francesa, quien, por otra parte, reconoce que no sabe cómo cambiar estas reglas: “El mercado está así y el mundo del fútbol funciona de esta manera. No voy a ser yo quien lo cambie, quien lo revolucione. Formo parte de un sistema, hay que aprender a respetarlo y saber estar en tu sitio”.
Mbappé reconoce a su vez que tiene una fórmula para escaparse cada tanto de esa telaraña de los negocios. «Hay que mantener un poco el lado de niño que tenemos todos», reveló. Y añadió, buscando justificar su concepto: «No es malo ser un poco inmaduro, hay tanta presión en el fútbol que un poco de alegría por la vida, un poco de placer, no duele».
