Pero en Hebreos 2:14 nos dice la Palabra de Dios muy claramente que Jesús destruyó al que tenía el terrible “imperio de la muerte, esto es, al diablo”, al que Lucas (cap. 11:21) llama “el hombre fuerte armado”.
Dios no nos deja abandonados, muertos bajo el pecado, enfermos, desorientados, confusos, descarriados. Nos envió su ayuda, con su Hijo muy amado, mas entre burlas y golpes fue al Gólgota llevado, donde clavos de hierro taladraron sus manos, su costado le abrieron y sus pies traspasaron…
¿Sabes, amigo, por qué Jesús fue en una cruz clavado? Para que tú no te encuentres solo, cuando la muerte venga a cortarte el paso. Busca refugio en Cristo, que tantos años te lleva ya esperando…
Confiésale: «Señor, viví sin ti, y nunca te he llamado, pero hoy tu voz oí, y me arrepiento. Por favor, Señor, ven a mi lado, y cuando entre en el “valle de sombra de muerte”, me llevarás tomado de la mano».
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23:4).