Las camisas son una prenda excelente para diferentes ámbitos y, definitivamente, a todos nos gusta contar con una gran variedad. No obstante, como todo en la vida, tienen un lado negativo: son difíciles de doblar. Para ayudarte a lidiar con este enorme problema, te contamos cómo doblar tus camisas en tiempo récord.
Lo único malo de tener muchas camisas es que, efectivamente, puedes llegar a consumir mucho tiempo doblándolas. Existe gente que nació con un “don” y aprende en solo segundos a acomodarlas y dejarlas prontas para el armario.
Si no perteneces a ese selecto grupo, te recomendamos seguir leyendo. Presentamos tres técnicas sencillas y muy efectivas para doblar las camisas cuidadosamente y sin perecer en el intento.
Formas de doblar tus camisas en tiempo récord
Con estos sencillos trucos y procedimientos, no necesitarás ser ningún prodigio de la indumentaria para guardar tus camisas bien dobladas. Verás que, al sacarlas nuevamente del armario, estarán perfectamente usables, tal y como las habías guardado.
1. Método n.° 1
Para la primera técnica que vamos a describir, que sirve especialmente para camisas con mangas cortas, tienes que sujetar la camisa desde un punto medio entre el hombro y el cuello con una mano; con la otra, vete en línea recta hacia la mitad de la camisa y sujeta allí.
El siguiente paso es pasar la mano que sujeta la parte superior por encima de la otra —sin soltar ninguna— y llevarla hasta el extremo inferior de la camisa. Nuevamente, haz el movimiento siguiendo una línea recta.
En última instancia, el paso más difícil: deberás volver a hacer un cruce con tus manos. Primero, con la mano que moviste, sujeta el punto del borde superior que sujetaste primero y el del borde inferior al cual te acercaste hace instantes.
Una vez que los tengas, cruza otra vez por encima de la otra mano y estira; mientras haces este último movimiento, también extiende la mano que estaba en el centro de la camisa en su totalidad. Después, solo te quedará hacer un doblez más y listo, ¡camisa doblada!
Método n.° 2
Para empezar, coloca la camisa con el frente mirando hacia abajo sobre una superficie plana y estable. Acto seguido, dobla una de las mangas comenzando casi desde el cuello; llévala casi hasta cubrir la otra manga. Un tercio del cuerpo de la camisa debería haber quedado también doblado en línea recta.
A continuación, traza una línea recta entre el punto del hombro donde comienza el doblez y la axila de la manga doblada. A partir de esta división, lleva el puño de la manga hacia el borde inferior de la camisa. Posteriormente, repite el paso anterior con la otra manga.
Los últimos dos pasos consisten, simplemente, en hacer un doblez pequeño en el extremo inferior de la camisa. Termina con otro por la mitad para completar la tarea.
Método n.º 3
Durante los viajes, meter varias camisas en la maleta suele ser un problema mayúsculo. Tranquilo: no solo te presentamos ideas para doblar tus camisas en tiempo récord, también te mostraremos cómo dejarlas listas para empacar.
Este tercer método que describiremos a continuación tiene mucho que ver con el anterior. El paso inicial es doblar la camisa por la mitad; para ello, agárrala desde el borde inferior y cruza la manga hacia el otro extremo. Una vez hecho esto, lleva la manga hacia la parte inferior, como comentamos en el método n.° 2.
Seguidamente, deberás hacer lo mismo con la otra mitad de la camisa. Al finalizar estos dos pasos, la camisa debe quedar hecha un rectángulo largo y angosto.
A partir de allí, solo tienes que doblarla comenzando desde abajo y usando el ancho de una manga como medida para cada pliegue. No es necesario presionar mucho; de hecho, lo mejor es dejar cierta holgura a lo largo de todo el proceso.
Al finalizar, la camisa deberá quedar semienrollada. Sin dudas, ¡se trata de una metodología que te permitirá ahorrar mucho espacio!
En último lugar, vale la pena aclarar que todos estos consejos para doblar tus camisas en tiempo récord implican empezar con la prenda con los botones prendidos. Además, procura que esté bien planchada antes de llevar a cabo estos procesos. De lo contrario, puede que sean en vano.