Seis años atrás, cuando la actriz Jennifer Garner acababa de dar a luz al tercer retoño, el pequeño Samuel, de su entonces idílico matrimonio con el también intérprete Ben Affleck, la visión que la artista tenía de su día a día y, sobre todo, de su futuro a largo plazo era radicalmente opuesta a la situación de equilibrio y plenitud de la que parece disfrutar ahora en su condición de mujer soltera y trabajadora.
Y es que la artista estadounidense llegó a preguntarse en aquellos tiempos si, para sacar el máximo partido a su vida familiar y estar a la altura de las responsabilidades asociadas a su labor de madre, debía renunciar a su carrera artística y convertirse en una ama de casa entregada sin más inquietudes que las de garantizar el bienestar de los suyos: una idea que a punto estuvo de motivar una retirada demasiado temprana del mundo de la interpretación.
«Sabía que debía tomar una decisión al respecto y finalmente me dije: ‘No, la verdad es que amo mi trabajo’. Evidentemente, tenía que tomarme un descanso porque tener tres niños pequeños en casa puede ser agotador», ha confesado la estrella de cine a la revista Variety justo antes de reconocer que, sin el dilema que llegó a plantearle su agente cuando todavía se encontraba de baja, es posible que hubiera tardado mucho más en regresar a la actuación.
«Recibí una llamada de mi entonces agente [Patrick Whitesell] y me dijo: ‘Una de dos, o esta es la llamada que te llevará a hacer [la oscarizada] ‘Dallas Buyers Club’ y en la que veremos cómo llevarlo a cabo, o esta es la llamada en la que hablaremos de tu retirada’. Ese fue un momento que me brindó mucha claridad y me alegro mucho de que fuera él quien me hiciera despertar. Y me dije a mí misma: ‘Ok, no estoy preparada para estar en casa todo el tiempo'», ha añadido en la misma conversación.
Afortunadamente para sus admiradores y compañeros de profesión, la estrella regresó a la industria de Hollywood por la puerta grande al coprotagonizar junto a Jared Leto y Matthew McConaughey uno de los títulos más aclamados del año 2014, una cinta que supuso un punto de inflexión en su trayectoria al llevarle a iniciar una segunda etapa dorada que, la semana pasada, se vio reconocida con la merecida concesión de una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
«Todos los que estáis aquí conmigo sois las personas más especiales del mundo para mí. Violet, Sera y Sam… Os quiero mucho. Y a mis padres, mis hermanas, mis sobrinos y sobrinas», reza uno de los extractos más emotivos del discurso que pronunció Jennifer en la ceremonia de presentación de su estrella.