Durante una reunión de su gabinete en la Casa Blanca, el mismo día del fallecimiento de Franklin, Trump dijo:
“Quiero empezar el día de hoy expresando mis condolencias a la familia de una persona que conocí muy bien. Ella trabajó para mí en numerosas ocasiones. Era maravillosa, Aretha Franklin”.
Según The Washington Post, el comentario de Trump fue controversial. Y no solo porque difícilmente se pueda considerar como “trabajar para él” al hecho de haberse presentado en algunas de sus propiedades (como lo hizo la cantante), sino porque, así en efecto ella hubiera trabajado para él, no es un hecho relevante para resaltar en el día de su muerte.
David Ritz, que escribió una biografía de Aretha Franklin, con quien compartió durante varios años, describió el comentario del presidente como “perturbador” y “triste”, además de ser un reflejo de su “infinito narcisismo”, cita el mismo diario capitalino.
En Twitter, Trump también lamentó la desaparición de la intérprete, una de las más aclamadas no solo en Estados Unidos sino en todo el planeta. En la red social, el mandatario escribió:
The Queen of Soul, Aretha Franklin, is dead. She was a great woman, with a wonderful gift from God, her voice. She will be missed!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 16, 2018
La reina del soul, Aretha Franklin, ha muerto. Fue una gran mujer, con un maravilloso regalo de Dios, su voz. ¡Se le extrañará!”.
Vanity Fair comparó las palabras de Trump (no las de Twitter, claro) con otras más amables que pronunciaron celebridades de todo el mundo como Paul McCartney, que se refirió a Franklin como “la reina de nuestras almas”; Madeleine Albright, que la describió como “una increíble embajadora de los valores y la cultura estadounidense”; y Barack Obama, que dijo que en su voz se podía sentir la historia del país.
La famosa cantante falleció a sus 76 años luego de varios días de rumores sobre su estado de salud y tras luchar contra un cáncer.