Corea del Norte prepara un indulto masivo en medio de la distensión y el 70° aniversario de su fundación

El régimen de Corea del Norte prepara un indulto general para los condenados por «crímenes contra el país y los ciudadanos norcoreanos» en ocasión de los festejos en septiembre por el 70° aniversario de la fundación del país, informó la agencia de noticias KCNA.

El indulto comenzará a regir el 1 de agosto y las personas liberadas recibirán asistencia del gobierno del dictador Kim Jong-un para reinsertarse en «una vida de trabajo normal», señaló la agencia estatal.

La decisión surge de un decreto promulgado el 12 de julio por la Asamblea Popular Suprema de Corea del Norte, y el texto completo se publicó ese mismo día en el periódico estatal Rodong Sinmun.

De acuerdo al documento, el indulto se rige por el principio de «proteger la vida independiente y creativa de las masas populares y hacer esfuerzos desinteresados y devotos para ellas, al de anteponer a las personas ante todo lo demás».

No se ofrecieron más detalles sobre el número de beneficiarios ni los criterios para su liberación, pero normalmente los indultos masivos de Pyongyang no suelen recaer sobre los miles de prisioneros políticos retenidos por el régimen, si no sobre criminales comunes y condenados por delitos menores, como recordaron expertos citados por el sitio especializado NK News.

El último perdón masivo anunciado por Pyongyang tuvo lugar en 2015, en ocasión del 70° aniversario de la liberación de la península coreana del dominio ejercido por el Imperio del Japón, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial.

En ese año se conmemoró también la fundación del Partido de los Trabajadores de Corea.

Anteriormente, y también durante el gobierno de Kim Jong-un, en 2012 se otorgó otro indulto para celebrar el centenario del nacimiento de su abuelo y fundador del régimen Kim Il-sung, así como también del 70° aniversario del nacimiento de Kim Jong-il, hijo de este último y padre del actual líder.

Pero a pesar de que los indultos son una herramienta usual que los dictadores norcoreanos utilizan para mejorar su imagen ante la población, el perdón general anunciado en esta ocasión llega también en medio de un contexto de acercamiento entre Corea del Norte y Estados Unidos y Corea del Sur.

Tras varios años de tensiones en aumento, amenazas cruzadas y escalada militar, este año la situación en la península coreana pareció dar un giro que se consolidó con la reunión entre Kim Jong-un y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Singapur en junio, la primera en la historia entre los líderes de estos países enfrentados por la Guerra de Corea finalizada en 1953.

Incluso en mayo Pyongyang aceptó liberar a tres coreanos con nacionalidad estadounidense que estaban encarcelados en Corea del Norte, uno de ellos acusado de espionaje y los otros dos de realizar «actos hostiles» contra el régimen.