Eran las 2.30 de la madrugada en una fría noche en los bosques de Montana, cuando un policía escuchó algo inusual: el llanto de un bebé.
Más que sorpresa, el sonido fue un alivio para los oficiales del condado de Missoula, ya que habían estado rastrillando el área por más de seis horas buscando señales del menor, siguiendo una pista de un presunto abandono en las montañas.
La búsqueda comenzó la noche del sábado tras un confuso episodio. Una llamada al 911 reportó la presencia de un hombre que estaba «actuando de forma extraña» en la zona. El sujeto, luego identificado como Francis Crowley, de 32 años, amenazaba la gente y aseguraba tener un arma.
Cuando los oficiales llegaron, Crowley ya había huido, pero se supo que estaba a cargo de un bebé de cinco meses, del cual no se sabía el rastro. Poco después, otra llamada a Emergencias permitió detener al sospechoso.
«Cuando se trató de interrogarlo, parecía estar bajo la influencia de drogas. No tenía ningún sentido», informó la oficina del sheriff.
Sin embargo, durante su testimonio reveló que había enterrado al desaparecido bebé. No reveló el lugar. «En algún lugar de las montañas», se limitó a decir. Rápidamente, la policía inició el operativo de búsqueda.
La misión incluyó a miembros de varias fuerzas e instituciones de la zona, verificando una extensa área boscosa para encontrar al menor, hasta que un oficial escuchó el llanto, luego de seis horas de operativo.
«Siguió el sonido y lo encontró vivo, boca abajo, enterrado bajo palos y otros restos», describieron las autoridades. Según el reporte, el bebé vestía solo una prenda mojada y embarrada.
Las pesquisas indicaron que el menor, no identificado, sobrevivió en soledad nueve horas, a una temperatura cercana a los 7 grados Celsius.
Crowley quedó arrestado y acusado de poner en riesgo a un menor, a la espera de otros cargos, con una fianza de USD 50 mil.
El bebé fue llevado a un hospital y, según las autoridades, se mantiene en buen estado de salud. Además, los oficiales agradecieron a todos aquellos involucrados en la búsqueda y el rescate.
«Para todos nosotros, es lo que llamamos un milagro», indicaron desde la oficina del sheriff. «Para los oficiales presentes, es muy duro pensar en todo lo que tuvo que vivir este pequeño bebé en 24 horas».
(Con información del Washington Post)