La justicia estadounidense ha puesto otra zancadilla a la política migratoria de ‘tolerancia cero’ de Donald Trump. Una jueza federal de Los Ángeles ha ratificado que un menor indocumentado solo puede estar encerrado en un centro de detención 20 días como máximo.
La administración Trump había solitado poder ampliar ese plazo máximo, establecido hace más de dos décadas por el llamado «Acuerdo Flores». Pero para la magistrada Dolly Lee, esa petición no es más que un «intento cínico» del Gobierno de usar a la justicia para lograr sus objetivos.
Esta sentencia plantea un nuevo rompecabezas a Donald Trump, que el pasado 20 de junio ya tuvo que dar marcha atrás y firmar un decreto para acabar con la polémica separación de los niños de sus padres tras cruzar irregularmente la frontera. Un juez estableció después plazos para la reunificación de las familias que, aunque con retrasos y problemas, se está llevando a cabo.
La gran cuestión es cómo la administración Trump va a conseguir que los inmigrantes indocumentados sigan presos mientras dura su proceso judicial, si sus hijos deben estar con ellos y, por ley, los menores no pueden estar encerrados más de 20 días.
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