La ciclotimia es una forma de trastorno bipolar cuyos síntomas no son tan severos como los trastornos bipolares I y II. Sin embargo, requiere tratamiento porque tiende a presentarse de forma continua durante años.

La ciclotimia, también conocida como trastorno ciclotímico, es una forma leve del trastorno bipolar (enfermedad maníaco-depresiva), en el cual una persona atraviesa distintas oscilaciones del estado de ánimo en un periodo que se prolonga por años.
Los pacientes pueden tener constantes episodios de hipomanía (ánimo y energía elevados) con o sin irritabilidad. Luego, de manera alterna, atraviesan depresión leve o moderada sin llegar a ser tan severa como para dar un diagnóstico de trastorno depresivo mayor.
Como ocurre con otras enfermedades del estado de ánimo, puede venir acompañada con crisis de ansiedad. Si bien es la variante más inofensiva del espectro bipolar, a veces ocasiona altibajos graves cuyos síntomas aumentan el riesgo de trastorno bipolar I o II.
Causas de la ciclotimia
Hasta el momento no se ha establecido una causa específica de la ciclotimia. Del mismo modo que otros trastornos de salud mental, sus detonantes pueden combinar factores biológicos, genéticos y ambientales. En detalle, algunas causas podrían ser:

- Factores hereditarios; si alguno de los parientes cercanos tiene o tuvo ciclotimia.
- Procesos bioquímicos; cuando cambia la química cerebral o la actividad de los neurotransmisores.
- Acontecimientos traumáticos: abuso físico, sexual o psicológico, pérdida de un familiar, etc.
- Episodios de estrés prolongados.
Síntomas de la ciclotimia
Los síntomas de la ciclotimia presentan algunas similitudes al trastorno bipolar I y II, pero son menos severos. La persona puede llevar una vida normal, pero atraviesa crisis en las cuales disminuye su capacidad para funcionar correctamente.
Las manifestaciones se describen como altibajos emocionales. Esto quiere decir que hay continuos cambios de humor que van desde la depresión leve hasta la euforia emocional. Esta situación altera de manera significativa la vida del afectado, porque nunca sabe cómo se va a sentir.
Síntomas hipomaníacos
Los síntomas hipomaníacos son parecidos a los de la fase maníaca de los trastornos bipolares, pero son menos graves. A veces se acompañan con signos de irritabilidad y dificultades en la habilidad de concentración. Estas manifestaciones incluyen:
- Sensación exagerada de felicidad (euforia)
- Optimismo exagerado
- Autoestima elevada
- Menos necesidad de dormir
- Irritabilidad y agitación
- Frenesí de ideas
- Actividad física excesiva
- Falta de juicio y exposición a comportamientos de riesgo
- Tendencia a distraerse con facilidad
- Reacciones exageradas a los acontecimientos
- Mayor deseo de alcanzar objetivos (sexuales, sociales o laborales)
- Hiperactividad, incapacidad para permanecer sentado
- Búsqueda de emociones fuertes
- Impulsividad e irresponsabilidad
Síntomas depresivos
Los períodos con síntomas depresivos en un paciente con ciclotimia no llegan a cumplir con los criterios para un diagnóstico de trastorno depresivo mayor. Además, se prolongan por al menos dos años en adultos y un año en niños y adolescentes. Estos incluyen:
- Sentimiento de tristeza y desesperanza
- Ganas constantes de llorar sin razón aparente
- Pérdida de interés por actividades que alguna vez se consideraron placenteras
- Cambios continuos de peso
- Sentimiento de inutilidad o culpa
- Pensamientos suicidas
- Falta de motivación
- Baja autoestima
- Pesimismo y soledad
- Aislamiento social
- Dificultad para manejar conflictos
- Problemas de sueño y sensación de fatiga

Diagnóstico
El médico o profesional debe determinar si se trata de ciclotimia, trastorno bipolar I o II o cualquier otra enfermedad que afecte al estado de ánimo. Por lo tanto, además de realizar un interrogatorio, sugiere otras pruebas que pueden incluir:
- Análisis cínicos: si se sospecha de una enfermedad que detone los síntomas.
- Evaluación psicológica: en la cual se abordan los sentimientos y pensamientos para determinar cómo han evolucionado y qué conductas ocasionan. Asimismo, puede incluir una autoevaluación psicológica o la opinión de familiares y amigos.
- Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5): el médico puede emplear este manual publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría para observar si los síntomas coinciden con los que allí se exponen.
- Registro del estado de ánimo: para identificar lo que sucede, el profesional suele sugerir un registro diario del estado de ánimo y síntomas relacionados.
Tratamiento de la ciclotimia
El tratamiento para controlar la ciclotimia se aplica durante toda la vida, inclusive en los periodos en que el estado de ánimo parece estable. Por lo general está dirigido por un profesional de la salud mental, quien tiene en cuenta aspectos como:
- Riesgo de sufrir trastorno bipolar I y II.
- Severidad y frecuencia de los síntomas.
- Problemas de consumo de alcohol y otras sustancias.
- Edad y estado de salud actuar de los pacientes.
Medicamentos
No hay medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos para tratar la ciclotimia. Sin embargo, en algunos casos el médico puede recetar fármacos utilizados en el control del trastorno bipolar: antidepresivos o medicamentos estabilizadores del estado de ánimo.
Psicoterapia
La psicoterapia o terapia de conversación es una parte fundamental del tratamiento contra la ciclotimia. Puede brindarse en contextos individuales, familiares o grupales. Además, puede venir acompañada con el tratamiento con medicamentos. Estas terapias pueden ser:
- Terapia cognitiva conductual: centrada en identificar las conductas poco saludables para encontrarles una solución. También ayuda a reconocer qué detona los síntomas.
- Terapia interpersonal y de ritmo social: su objetivo es estabilizar los ritmos diarios, como el periodo de sueño, el tiempo activo y los horarios para comer.
- Otras terapias: los grupos de apoyo, por ejemplo, ayudan a paliar el estrés.
¿Cuándo consultar al médico?
Es importante solicitar la intervención de un profesional en salud mental cuando se identifican períodos alternantes de depresión y euforia. Si los síntomas son prolongados e intervienen en la vida laboral, académica o social se debe acceder lo antes posible a un tratamiento.