Tras el éxito de Tiburón en 1975, Steven Spielberg se negó a hacerse cargo de la secuela al confesar que “hacerlas es un truco barato” para hacer dinero. Aun así, llegó a considerarlo y es una pena que no haya llegado a hacerla. Su idea para Tiburón 2 era completamente espeluznante.
El director quería que la secuela contara la historia real del buque hundido USS Indianapolis, en donde parte de su tripulación fue víctima de un festín de tiburones durante el naufragio. La historia ocurrió el 30 de julio de 1945, cuando el navío volvía de una misión secreta transportando partes para la bomba de Hiroshima. Un submarino japonés lanzó torpedos contra el barco, provocando su hundimiento en 12 minutos.
Unos 300 se hundieron con el barco, otros cientos de hombres murieron por ahogamiento al tragar agua de mar mezclada con aceite y sangre y… otros tantos por ser comidos vivos por tiburones . De la tripulación de 1.196 hombres, solo 317 sobrevivieron, convirtiéndose en la mayor tragedia de un solo barco en la la Fuerza Naval estadounidense.
Si hacemos memoria, en la película original, el personaje de Quint (Robert Shaw) contaba la anécdota de este navío y el fatal destino de su tripulación ante la atenta mirada del Jefe Brody (Roy Scheider) y Matt Hooper (Richard Dreyfus), provocando tantos escalofríos como la música de John Williams. Y ahora, gracias a uno de los podcasts de The Wrap, hemos conocido el verdadero motivo de Spielberg detrás de la inclusión de esta historia.
Según relata Mark Ramsey en el episodio -uno de los especialistas en la historia de Spielberg y la película-, cuando los ejecutivos de Universal Pictures se acercaron al director con la idea de hacer una secuela, les dijo que la haría, siempre y cuando tratara sobre este naufragio. La respuesta fue un no rotundo y ambas partes concluyeron sus colaboraciones con la saga de los escualos.
De haberla hecho, habría sido una versión entre Tiburón y Salvar al soldado Ryan (o Rescatando al soldado Ryan en Hispanoamérica) . Aun así, Spielberg enseguida se puso manos a la obra con su siguiente proyecto, Encuentros en la tercera fase (o Encuentros cercanos del tercer tipo) que llegó a los cines dos años más tarde, en 1977.
Tiburón 2 no repitió los aplausos de su antecesora, pero hizo suficiente dinero en taquilla como para ser un éxito económico y ser considerada la mejor secuela de la saga.
Leyendo la historia del USS Indianapolis, podemos entender por qué Universal no quiso escuchar a Spielberg y, en su lugar, siguió adelante con una secuela que repetía la misma historia y la nueva fórmula encontrada para hacer dinero rápido en la taquilla mundial. Considerada como uno de los primeros blockbusters dentro del modelo de negocio veraniego de Hollywood (cine de acción + verano + historia sin rodeos), Tiburónfue la película más taquillera de la historia durante dos años hasta el estreno de Star Wars.
De todos modos, Spielberg se sacó las ganas de contar historias relacionadas con la Segunda Guerra Mundial a través de Indiana Jones, El imperio del Sol, La lista de Schindler y Salvar al Soldado Ryan. Y si la historia te suena familiar más allá de la anécdota contada en Tiburón, quizás sea porque la hayas visto en el intento (mediocre) de Nicolas Cage de contarla con la película Hombres de valor que se estrenó en 2016 principalmente en televisión.