Brownsville (Texas), 3 de julio de 2018.- Rostros desencajados, lágrimas en sus mejillas y la esperanza de regresar a sus hogares es el drama que viven cientos de hondureños que, en busca del sueño americano, fueron capturados por la Patrulla Fronteriza y agentes de inmigración del Gobierno de los Estados Unidos y están detenidos en Puerto Isabel, en Texas.
Al Centro de Detención de Puerto Isabel son enviadas la mayor parte de familias detenidas en la frontera entre Estados Unidos y México por el sector de McAllen (Texas), quienes deben esperar que se les hagan los procesos de deportación contemplados en la ley estadounidense.
“Queremos regresar a casa”, “extrañamos a nuestras familias y a nuestros hijos”, es el clamor de los hondureños que con la voz quebrantada, lágrimas en sus ojos y con el recuerdo de un tormentoso y arriesgado camino por la ruta migratoria, esperan su proceso judicial de deportación en los centros de detención.
Para corroborar que se garanticen los derechos a los compatriotas que se encuentran detenidos, la primera dama de Honduras, Ana García de Hernández, visitó las instalaciones de este centro perteneciente al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
En el marco de su gira por la frontera estadounidense, la Fuerza de Tarea de Atención al Migrante, encabezada por la Primera Dama, se reunió con Rafaela González, jefa supervisora del Departamento de Detenciones y Deportaciones, y Marlen Piñeiro, directora del Departamento de Operaciones, Cumplimiento y Remoción del ICE, quien dio una amplia explicación del trato y procedimiento que se realiza con los migrantes en proceso judicial.
“Hemos dialogado con padres y madres de familia que están en este centro y que están esperando el proceso de reunificación familiar; la mayoría de ellos quieren retornar al país y quieren regresar con sus hijos porque no quieren dejarlos acá y están en ese proceso”, dijo la Primera Dama hondureña.
“Hago un llamado a mis compatriotas, luego de escuchar el testimonio de estas familias y de lo que han sufrido estas madres, de ver los rostros quebrantados de padres angustiados por sus hijos: les pido que no traten de cruzar las rutas migratorias, que no arriesguen la vida de sus hijos porque puede significar un daño permanente e incluso la muerte en muchos casos”, agregó la señora García de Hernández.
La Primera Dama reconoce en la migración un tema sensible que debe verse como la historia de un ser humano que quiere lo mejor para su familia.
“Cuando vemos de frente esta realidad, conversamos con un papá, una mamá o un niño, nos compromete como Gobierno a seguir trabajando para reducir las cifras” de migrantes, agregó.
Aseguró que el compromiso de su esposo, el presidente Juan Orlando Hernández, es seguir avanzando para disminuir las cifras migratorias, y esto se logra trabajando en atacar la raíz del problema, generando más oportunidades de trabajo, mejorando las condiciones de educación en el país.
“Esperamos poder tener mejores condiciones que eviten que las familias tengan que salir y arriesgarse de esa manera”, manifestó García de Hernández.
En sentido desde el 2014 el mandatario hondureño llamó a la comunidad internacional a abordar el crimen organizado de forma integral, teniendo en cuenta que una de las principales causas de la crisis migratoria era la inseguridad que este flagelo provocaba en la región, indicó la esposa del presidente hondureño.
Asimismo, impulsó una serie de medidas encaminadas a mejorar la seguridad nacional, lo que permitió que Honduras lograra reducir las cifras de la tasa de homicidios en más de 40 puntos. A junio del 2018, 88 municipios no presentan incidencias de homicidios, declaró.
Además, en estos últimos cuatro años Honduras presenta avances significativos en materia macroeconómica, los cuales son reconocidos por el Fondo Monetario Internacional y firmas calificadoras como Standard & Poor´s y Moody´s Investor Service, quienes determinaron subir la calificación a Honduras disminuyendo el factor de riesgo país.
De la misma manera, un estudio de Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reveló que la pobreza en Honduras se redujo de 71.8% a 59.6%, lo que refleja una disminución de 12.2 puntos porcentuales entre el 2016 y 2017, mediante la distribución del Bono Vida Mejor, el cual consiste en transferencias monetarias condicionadas a la asistencia escolar y atención sanitaria de los menores participantes.
Plan Alianza
El presidente Hernández ha sido el principal impulsor del Plan Alianza para la Prosperidad, una iniciativa conjunta del Triángulo Norte de Centroamérica encaminada a mejorar la seguridad, fortalecer las instituciones y generar oportunidades que permitan el desarrollo inclusivo de la región.
En el caso de Honduras, el Plan Alianza se fundamenta en el Plan de Gobierno 2014-2018: “Plan de Todos para una Vida Mejor”, que a la vez se vincula con los objetivos, metas y lineamientos de la Visión de País y el Plan de Nación.
Asimismo, contempla generar un mayor crecimiento económico, incluyente y sostenible, para incrementar el empleo y reducir la pobreza, mediante la promoción de inversiones, competitividad, dinamización del comercio exterior y el desarrollo empresarial, incluyendo como parte de esto último el incremento del aporte a la economía nacional de las actividades agropecuarias y de las micro, pequeñas y medianas empresas.