Un hombre de 40 años murió el domingo pasado al ser aplastado por el ataúd de su propia madre en la isla de Sulawesi, Indonesia. El trágico desenlace ocurrió en el funeral cuando se desmoronó la escalera de bambú por la que transportaban el féretro.
Según indicaron fuentes policiales, el peso del grupo hizo que la estructura se destruyera. Samen Kondorura fue la única víctima mortal, tras recibir el impacto más fuerte. Horas después murió en el hospital.