Un estudio realizado durante más de treinta años por el profesor Mel Greaves del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres concluye que la limpieza extrema de los hogares durante los primeros años de vida puede determinar una mayor posibilidad de desarrollar leucemia infantil debido a que al no estar expuesto a gérmenes el sistema inmunitario no se ha desarrollado ni preparado correctamente.
Greaves, al que The Telegraph se refiere como “el principal experto en leucemia de Gran Bretaña”, señala en su investigación que cuando los niños son mantenidos en sus primera etapas de vida en una especie de burbuja alejados de microbios y posibles focos de infección su sistema inmunitario no se fortalece. De esa manera, quienes estén más predispuestos a padecer leucemia se encontrarán con un sistema inmunitario más débil con el que hacer frente a la enfermedad.
Esta afirmación está relacionada con la teoría que muchos pediatras mantienen de que los niños que van a la guardería se inmunizan antes porque están más expuestos a ciertas enfermedades y contagios. En la mayoría de los casos, es normal que los pequeños se pasen gran parte del primer curso enfermos, pero a medida que crecen y su sistema inmunitario se va fortaleciendo, cogen menos enfermedades, como se suele decir.
Para Greaves se trata de una “paradoja del progreso en las sociedades modernas”en las que los grandes avances que se han dado en temas de limpieza en los hogares y en todos sitios en general afecta a los registros de leucemia infantil. De esta manera, según el estudio realizado durante tres décadas, la conocida como leucemia linfoblástica aguda (LLA) podría empezar a considerarse como una “enfermedad prevenible”.
La ‘solución’ que se da para fortalecer el sistema inmunitario de los niños es dejarles que estén expuestos al contagio en lugares como las guarderías, donde los gérmenes son habituales dado el alto nivel de niños. Dar el pecho, jugar en el parque y no limpiar en exceso la casa también pueden ayudar en este sentido.
“La investigación sugiere fuertemente que la LLA tiene una causa biológica clara y se desencadena por una variedad de infecciones en niños predispuestos cuyo sistema inmunitario no han sido preparados correctamente”, defiende el profesor Greaves, quien añade que “la implicación más importante [de su estudio] es que la mayoría de los casos de leucemia infantil pueden prevenirse”.
La forma de hacerlo que plantea es usar “intervenciones simples y seguras para exponer a los bebés a una variedad de errores comunes e inofensivos” como se hace en ocasiones con las alergias. De esta manera sus sistema inmunitario se vería reforzado.
Como señalan en The Telegraph, esta investigación es la más exhaustiva realizada sobre la leucemia linfoblástica aguda, el tipo más común de cáncer infantil. En Gran Bretaña, donde ha sido llevada a cabo, afecta a más de 600 niños al año y es especialmente significativa en sociedades avanzadas. Según el trabajo realizado por Greaves, la ALL viene causada en parte por una mutación genética que predispone a los niños a padecerla pero solo un 1% de los portadores de esa mutación la desarrollan.
Cortesía: yahoo.com