El caso ha desorientado a los arqueólogos de Hungría en la población sureña de Nyarlorinc. El grupo liderado por János Balázs se sorprendió e inmediatamente se generaron las siguientes preguntas: ¿Qué fue lo que le ocurrió a la diminuta criatura? ¿Por qué sus huesos están de color verde? ¿Por qué otros recién nacidos presenta los mismos indicios?
El misterio
Esta diminuta mano momificada que mantenía todavía algo de piel y sus huesos de color verde se desenterraron en unas tumbas que contenían urnas llenas de huesos. Llamó la atención que era la única parte humana que tenía esta peculiaridad: sostenía una moneda de cobre. Según János Balázs este episodio lo extrañó tanto que se preguntó por qué este hallazgo se había cruzado por su camino como arqueólogo.
Las excavaciones fueron hechas al rededor de 500 tumbas que datan entre los siglos XII y XVI.
Según informes de la Universidad de Szeged y la publicación de la revista de divulgación Archaelogical and Anthropological Sciencies, el grupo liderado por Balázs pensó en un comienzo haberse topado con restos de ratas, teniendo en cuenta el tamaño de las extremidades halladas.
Lo que llamó la atención a los científicos fue el tamaño de la cadera, el color verde de los huesos y la mano derecha con algo de piel que sostenía una moneda de cobre.
De acuerdo a las investigaciones los restos pertenecen a un bebé prematuro que nació con un tamaño entre 23 a 28 centímetros que pesaba menos de un kilogramo y que murió al momento de nacer.
Según Balázs el color verde de los huesos están fuera del indicativo que permite la ciencia en estos desentierres. Muy por encima. Según publicó New York times, los arqueólogos aseguran que el nivel de cobre en el cuerpo momificado eran los más altos que los estudios arqueológicos han encontrado.
Una respuesta
Según los arqueólogos una posible conclusión a este misterio es que la respuesta no está en los huesos sino en las urnas llenas de monedas de cobre y vasijas. El equipo dice que una vez muerto y colocado en la vasija para su viaje de largos siglos alguien antes de enterrarlo ubicó una moneda en su mano. Luego lo sepultaron.
Según algunas tradiciones antiguas los muertos eran enterrados con moneda y cosas valiosas porque en el viaje al más allá tenían que pagar un canon para ser llevados a una mejor vida. Esa moneda sería el pago de dicho pase.
De acuerdo a un documento publicado por Archaelogical and Anthropological Sciencies esa moneda no solo sería el pasaporte de las puertas al más allá. Sino que las propiedades del cobre de la moneda hicieran que parte del brazo permaneciera momificado. Por eso estiman que el caso del bebé sería el primer caso de un ser momificado con cobre.
Más casos
El equipo de arqueólogos encontraron otros dos cuerpos diminutos de recién nacidos más con huesos verdes. Hallaron dos urnas, una con moneda y la otra sin moneda.Pero el enigma no está resuelto. Mientras tanto los de Balázs siguen buscando para encontrar una respuesta lógica ante este misterioso caso de bebés húngaros verdes.
Cortesía: yahoo.com