Un tesoro bajo las cenizas
Al excavar en los alrededores de Pompeya, ciudad de Italia sepultada bajo las cenizas del Vesubio en el año 79, unos obreros sacaron el cadáver fosilizado de una mujer que tenía las dos manos llenas de joyas: pulseras, collares, anillos y un magnífico par de pendientes. Nos imaginamos a esta mujer, al ver que el peligro se acercaba, corriendo para salvar lo más valioso que tenía, y finalmente atrapada por la lluvia de cenizas.
¡Ejemplo impresionante de como aún hoy muchos se aferran a sus bienes materiales! ¿Sabía usted que Dios nos ofrece riquezas seguras, adquiridas y conservadas para nosotros por Jesucristo, quien está en el cielo? ¿Posee usted la vida eterna, y con ella el gozo y la paz? ¡Jesucristo los da al que sencillamente cree en él!
¿Sabe que el juicio caerá sobre la tierra como las cenizas del volcán? Desde hace dos mil años el libro del Apocalipsis, escrito en la época de la erupción del Vesubio, anuncia estos juicios que caerán sobre el mundo. “Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira del Señor” (Sofonías 1:18). Escuchemos lo que Jesús dice en el último libro de la Biblia: “Tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” (Apocalipsis 3:17). Y usted, ¿ha hecho caso de estas riquezas? ¡Recíbalas mediante la fe en Jesús, quien las ofrece gratuitamente!