La jueza responsable de la ejecución de la pena de Luiz Inácio Lula da Silva admitió analizar la solicitud hecha por de la Policía Federal para que el expresidente brasileño, preso desde el 7 de abril en una celda de esa institución en Curitiba, sea trasladado a otra prisión.
De acuerdo con una sentencia a la que el portal del diario O Estado de Sao Paulotuvo acceso este martes, la jueza Carolina Moura Lebbos, titular del juzgado 12 de Curitiba, dijo que analizará la petición en un proceso aparte en su respuesta a la Policía Federal.
La superintendencia de la Policía Federal pidió este lunes bajo sigilo el traslado de Lula a una prisión más adecuada debido a las inconveniencias que su reclusión en esa instalación ha provocado.
El expresidente (2003-2010) cumple su condena en una celda de 15 metros cuadrados adaptada especialmente para él en la sede de la Policía Federal en Curitiba y en la que cumple la pena de 12 años de prisión a que fue condenado por corrupción, en un caso relacionado con las investigaciones de la operación ‘Lava Jato’, el mayor escándalo de corrupción del Brasil.
Lula, el considerado líder más carismático de Brasil, está preso acusado de recibir un apartamento en la playa a cambio de beneficiar a la constructora OAS con contratos de Petrobras.
PROBLEMAS DE SEGURIDAD
El pasado 13 de abril la Alcaldía de Curitiba solicitó que Lula fuera trasladado a un lugar «seguro y adecuado a las circunstancias del caso», basándose en problemas de seguridad generados por las manifestaciones a favor y en contra del exmandatario, en las calles aledañas al sitio donde está recluido, en el barrio Santa Candida.
Días antes, y también por riesgos en la seguridad de los sitios aledaños al edificio de la autoridad Federal en Curitiba, varios comisarios de la Policía Federal habían solicitado la «transferencia inmediata» del expresidente a una unidad de las Fuerzas Armadas por cuestiones de seguridad.
Frente a los dos requerimientos iniciales, la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), senadora Gleisi Hoffmann, advirtió en su momento que cualquier posible traslado del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a otra prisión dependía de una negociación con sus abogados.
Desde el ingreso en prisión del exjefe de Estado (2003-2010), cientos de simpatizantes han llegado a la capital paranaense para instalarse en el campamento bautizado como «Lula Libre», en el que pretenden permanecer hasta la liberación del carismático líder.
