Si hay algo que pareciera no agotarse en el hogar, son las reparaciones. Es inevitable que con el paso del tiempo y el uso continuo se dañen algunas cosas. Las baldosas pierden su brillo, los gabinetes de la cocina empiezan a sonar, las griferías gotean y las paredes se llenan de moho por la humedad. Para varios de esos problemas domésticos hay trucos imprescindibles que puedes aplicar. Sigue leyendo y hallarás diversas formas de agilizar y facilitar ciertas reparaciones.
Trucos para hacer reparaciones sencillas en casa
Si tienes un minino en el hogar, seguro se da un gustazo arañando la madera de tus muebles.No te resignes a verlos feos y deslucidos. Compra la cera más parecida a su color y emplea el secador de pelo para fundirla, así se filtrará correctamente en el área comprometida. Ayúdate con una espátula plástica para esparcirla y emplea gasas limpias para quitar los excesos. Este truco también aplica para tus suelos de madera. Si recubres las patas de tu mobiliario con fieltro, prevendrás futuros daños.
¿Te cansaste del papel pintado? Retíralo como un especialista, empleando una mezcla de vinagre y agua caliente. Combina ambos ingredientes en porciones parejas, moja un rodillo y pásalo varias veces por los muros. Notarás que sale sin esfuerzo.
¿Se rompió una tubería pero el fontanero se tardará en llegar? ¡No desesperes! Compra en la ferretería más próxima un sellador en presentación de cinta. Cierra de momento el agua y rodea con él la cañería. Podrás esperar con al experto, sin temor de que el problema se agrave en el ínterin.
Si el roce entre puerta y piso es lo que te angustia, verifica si hay algún objeto entorpeciendo el desplazamiento. Hazte con una espátula, preferiblemente de plástico, y pásala por la rendija hasta remover el objeto. Aprovecha la ocasión para verificar el estado de cada bisagra. Quizás necesites ajustarlas de nuevo con el destornillador. Si descubres que cumplieron su vida útil, tendrás que reemplazarlas. Opta por una de proporciones parecidas, y así no tendrás que limar la rendija para instalarlas. Emplear anillos para bisagras las elevará un poco, previniendo esas molestias fricciones con el piso.
Más problemas y soluciones
La suciedad que se acumula en las juntas de las baldosas es casi insoportable. Si el piso es blanco, el contrasto entre un tono y otro será más evidente. Por más que limpies, la casa no se verá completamente aseada. Debes poner manos a la obra y deshacerte de este inconveniente.
El silicón o polvo que se aplica para pegar las cerámicas se estropea, y eso favorece la entrada de tierra o grasa. En áreas como el tocador o la cocina, se vuelve más notorio el efecto, debido al alto tráfico. La mejor solución es colocar una nueva capa de carateo, pero para ello hay que remover la vieja. Bastará con aplicar éter mientras se raspa cuidadosamente con una navaja. Higieniza la zona, seca a consciencia y reparte el silicón por las ranuras, empleando tu dedo índice. Antes mójalo de forma generosa en agua jabonosa, para que no se pegue a la piel.
Para esos tornillos rebeldes, tu secador de cabello será tu mejor arma. Con él, calienta el área hasta que se dilate. Cuando enfríe el orificio se contraerá, y el perno saldrá sin mayor resistencia. Ahora, si lo que quieres es ajustar los que se hallen un poco holgados, emplea un poco de tu barniz de uñas. Esparce una pequeña porción en el tornillo y ajusta a la superficie antes de que esté completamente seco. Para aquellos pernos que resultan casi imposibles de sacar, también puedes apelar a una liga. Colócala sobre él y, sin moverla, utiliza el destornillador como de costumbre. La tarea será mucho más fácil.
No permitas que el óxido toque tus herramientas. El contacto entre ellas, así como su almacenaje en zonas humedecidas, hace que se estropeen. ¿Las empleas de manera esporádica? Opta por guardarlas guindadas en clavos, encima de un tablón de madera. También considera pasarles aceite de linaza hervido, de vez en cuando. Verás que se mantienen como nuevas, por más tiempo.
Ni ruidos, ni problemas de pintura
Rocía aceite con la ayuda de un pulverizador sobre tus bisagras para que dejen de sonar. Servirá para todo tipo de puertas, y los resultados serán instantáneos. ¿Tus pisos de madera también suenan? Esto ocurre porque la madera se hinchó y hay fricción entre las tablas. ¡Soluciónalo con talco! Esparce en los diversos surcos y retiran los excesos valiéndote de una brocha.
No te descuides con las reparaciones de los muros. Ten en casa una dosis extra de pintura. Ante manchas, áreas levantadas o desconchadas, podrás retocar en un santiamén. Eso sí, descarta primero la presencia de filtraciones. Si las hay, debes tomar acciones más contundentes. ¿
Con estos trucos sencillos, podrás mantener en perfectas condiciones tu hogar. Además, notarás que llamas con menos frecuencia al fontanero.
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