La indiferencia del Estado de Honduras ante el trabajo de menores en fabricas artesanales de pólvora esta acabando con la vida de los infantes ya que algunas no cumplen con las normas de seguridad necesaria.
La mayor parte de estos hechos se da en la zona occidental del país específicamente en Copán y Santa Bárbara. Ante la falta de las fuentes de trabajo el negocio de la elaboración y la venta de pólvoras en sus diferentes modalidades utilizadas en festividades especiales se transforma en trabajos para llevar el pan a la mesa.
En fabricas artesanales improvisadas sin áreas especiales para trabajar la pólvora, sin extintor para contrarrestar cualquier incendio y sin ninguna medida de seguridad ante el inicio de un siniestro. En estas zonas del país los niños ayudan a sus padres en la elaboración de productos de la pólvora para luego ser comercializada.
Cuando se presentan accidentes en estas partes del país los hospitales no cuentan con los implemento necesarios para tratar a los afectados, esta situación obliga al traslado de los quemados hacía la capital del país.
Muchas alcaldías del país permiten la venta de pólvora por ser un producto de uso tradicional, por otro lado son cientos de personas que se pronuncian ante los miles de niños que se han quemado y hasta pierden los miembros de su cuerpo. La elaboración y venta de pólvora es una actividad que debe regular por parte de las autoridades pues todos los años se reportan muertes de menores por el uso de las mismas y los sobrevivientes quedan con fuertes quemaduras y hasta llegan a perder miembros de su cuerpo.