Rusia y Estados Unidos se lanzaron advertencias mutuas ante una eventual ofensiva estadounidense contra Siria por el supuesto ataque químico del sábado en la ciudad siria de Duma, que habría causado 40 muertos, el cual no ha sido confirmado y que el gobierno sirio y su aliado ruso niegan.
Legisladores rusos advirtieron ayer a EEUU que Moscú consideraría un ataque aéreo sobre Siria como un crimen de guerra, lo que podría desencadenar un enfrentamiento militar directo entre ambos países.
El embajador ruso en Líbano fue más allá y dijo que los misiles que se lancen contra Siria serían derribados y que se atacarían los lugares desde los que se lanzaron, en una clara advertencia sobre una posible gran confrontación en suelo sirio.
El presidente de EEUU, Donald Trump, respondió vía twitter: “Rusia promete derribar todos y cada uno de los misiles disparados en Siria. íPrepárate Rusia porque llegarán, serán nuevos, bonitos e inteligentes”.
El mandatario ruso, Vladimir Putin pidió “sentido común” ante el caso, y las Fuerzas Armadas rusas afirmaron que no se encontraron ni heridos ni cuerpos de víctimas en Duma, en rechazo a una información de la Organización Mundial de la Salud que indicó que hay 500 personas supuestamente envenenadas con armas químicas allí.