El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció que suspendió la aplicación del acuerdo logrado con la ONU para la reinstalación en países occidentales de migrantes africanos que viven en Israel, anunciado horas antes por su gobierno.
“Decidí suspender la aplicación de este acuerdo y volver a revisar los términos”, afirmó Netanyahu en su página Facebook.
Añadió que está atento a las críticas a este acuerdo por el que 16.250 migrantes africanos serían enviados a países occidentales y otros se quedarían en Israel.
Netanyahu aseguró que visitará a residentes del barrio sur de Tel-Aviv, donde vive la mayoría de los sudaneses y eritreos afectados, que expresaron antes su descontento con el acuerdo.
Antes, el gobierno israelí había anunciado el lunes la anulación de otro polémico proyecto de expulsión de migrantes africanos a sus países de origen y señaló que había firmado un nuevo acuerdo con la ONU para trasladar parte de los migrantes a países occidentales “desarrollados, como Canadá, Alemania o Italia“.
“El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados e Israel llegaron a un acuerdo que permitirá el traslado de al menos 16.250 migrantes africanos hacia países occidentales, mientras que el Estado de Israel solucionará la situación de los que se queden”, indicó el comunicado de la oficina del primer ministro israelí.
El gobierno israelí había previsto dar a los migrantes la posibilidad de elegir entre irse antes de principios de abril a su país de origen a otro país o ingresar a la cárcel.
Este proyecto gubernamental suscitó numerosas críticas, especialmente del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Este plan logrado con la ONU, ahora suspendido, involucraba sobre todo a miles de sudaneses y eritreos que Israel admite no poder enviar a sus países sin poner en riesgo sus vidas.