La nieve de color naranja, el curioso fenómeno que ha sorprendido a esquiadores de media Europa. Esquiar o deslizarse en una tabla de snowboard es de por sí una experiencia suficientemente atractiva, pero hoy lo es más al hacerlo sobre una curiosa superficie anaranjada.
La conjunción de dos fenómenos atmosféricos ha ocasionado que las montañas nevadas hayan cambiado de color. Una capa de nubes cargadas de polvo del Sáhara en suspensión y las bajas temperaturas de los países del Este de Europa, han ocasionado que los copos de nieve se tiñan de color naranja.
Este fenómeno ha transformado las montañas de Rusia, Bulgaria, Ucrania o Rumanía, convirtiéndolas en un paisaje que recuerda a la superficie del planeta Marte. Lógicamente, las cuentas de Instagram se han llenado de fotos de tan singular fenómeno.
Muchos esquiadores han tomado fotos del peculiar paisaje mientras disfrutaban de su jornada en la nieve. Si hace unos días os enseñábamos fotos insolitas de ciudades de Europa muy cambiadas cubiertas de nieve, hoy es la propia nieve teñida de naranja como consecuencia de la arena la que nos ha llamado la atención.
La nieve naranja se produce cuando el vapor de agua en suspensión se mezcla con las partículas de polvo y arena provenientes del norte de África. Es similar a ese fenómeno de lluvia de barro que vemos ocasionalmente y hace que todos tengan que lavar urgéntemente sus coches.
Esta peculiar nieve naranja o nieve rosada, se debe a la formación de tormentas de arena en zonas el desierto del Sahara, cuando el viento proyecta grandes cantidades de polvo de arena dorada a las capas altas de la atmósfera.
Tras viajar por la atmósfera, -en ocasiones recorriendo miles de kilómetros-, esas nubes de arena pueden precipitarse sobre la tierra en forma de lluvia de barro, cuando parece que llueve chocolate, -un fenómeno más frecuente en verano- o en forma de nieve naranja, si es invierno.
Este fenómeno se produce cada cinco o seis años, pero hoy se convierte en algo viral gracias a las cuentas de Instagram y otras Redes Sociales
Cortesía: diariodelviajero.com