Tuvieron que pasar cinco películas y 41 años (desde el estreno de Star Wars Episodio IV: Una nueva esperanza) para que Mark Hamill finalmente recibiera su propia estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood. Como era de esperarse, al evento asistió R2-D2, un stormtrooper, George Lucas y su gran amigo, Harrison Ford.
Según informa The Hollywood Reporter, Ford tomó el estrado para dirigirle algunas palabras a su compañero de set y mejor amigo, recordando aquellos días en el set cuando eran jóvenes.
Pero más que esto, hubo un momento en el que Han Solo mencionó a la princesa Leia, o mejor dicho, Carrie Fisher, quien murió en diciembre de 2016. “Estamos pensando hoy, realmente lamento que no tengamos a nuestro otro miembro del tío para celebrar, pero siento su presencia”, dijo Ford.
Por su parte George Lucas habló de los talentos actorales de Hamill al decir que su entusiasmo fue un ingrediente clave para el éxito que tuvo el personaje de Luke Skywalker.
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