Ni Barad-dur, la torre de Mordor, ni la sede de algún partido político, el edificio más oscuro del mundo está ni más ni menos que en Corea del Sur.
Instalado por la marca Hyundai, el pabellón inaugurado por los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en PyeongChang, es una estructura de 10 metros de alto y 35 de largo cubierta en su totalidad con una pintura derivada de Vantablack, una sustancia que absorbe casi en su totalidad la luz visible creando así un efecto de oscuridad.
A diferencia de su exterior, el interior es completamente blanco. Adentro se emiten más de 20 mil gotas de agua por minuto, las cuales, al chocar, crean distintos ritmos. Estas pasan a convertirse en un lago que se drena y todo comienza de nuevo.
Fue creado por el artista Asif Khan, con una pintura desarrollada por Surrey NanoSystems. De acuerdo con El País, Ben Jensen, jefe de la oficina técnica de la compañía creadora del material: “Los fotones entran en el material y siguen rebotando en su interior hasta ser completamente absorbidos“.
Por su parte, Asif Khan mencionó esto sobre su trabajo: “Desde la distancia, la estructura tiene la apariencia de una ventana que mira hacia las profundidades del espacio exterior. A medida que te acercas, esta impresión crece para llenar todo tu campo de visión. Cuando entras al edificio, se siente como si estuvieras siendo absorbido por una nube negra”
Cortesía: sopitas.com