Seúl, Corea del Sur – El líder solitario de Corea del Norte, Kim Jong-un, extendió una invitación extremadamente rara a un jefe de estado extranjero el sábado, usando la apertura diplomática creada por los Juegos Olímpicos en Corea del Sur para pedirle a su líder, el presidente Moon Jae-in , visitar el norte para una reunión cumbre.
La invitación inusual del Sr. Kim, que fue recibida por el Sr. Moon con precaución y optimismo, fue la última señal de una creciente cercanía entre los dos gobiernos rivales después de un período excepcionalmente tenso sobre el programa de armas nucleares del Norte.
Pero la obertura del Norte también corría el riesgo de abrir una brecha entre Corea del Sur y Estados Unidos, su principal aliado militar, que ha estado haciendo campaña por «sanciones y presiones máximas» contra Corea del Norte.
El vicepresidente Mike Pence, que visitaba Corea del Sur para los Juegos Olímpicos, ha utilizado un lenguaje cada vez más hostil contra el Norte en los últimos días, calificándolo como el régimen más tiránico del planeta y evitando firmemente las interacciones con los delegados norcoreanos en los Juegos.
El Sr. Kim envió la invitación al Sur a través de un enviado especialmente cercano y de confianza: su única hermana, Kim Yo-jong. Ella es una de las asesoras más cercanas al líder solitario y se reunió con el Sr. Moon en la Casa Azul presidencial en la capital, Seúl, el sábado en el contacto de más alto nivel entre las dos Coreas en años.
La administración Trump es cautelosa con el compromiso con el Norte, que ha estado sujeto a sanciones internacionales cada vez más duras, a menos que muestre señales claras de abandonar su programa de armas nucleares.
El Sr. Pence, que se sentó a solo unos metros de la Sra. Kim en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, aparentemente sin hablar con el otro, también criticó la participación del Norte en los Juegos, considerándolo como un intento de crear una división entre el United Estados y el sur
El presidente de Corea del Sur, el Sr. Moon, celebró la posibilidad de una reunión con el líder norcoreano y dijo que las dos Coreas deben «trabajar juntas para crear el ambiente que lo haga posible», dijo un portavoz.
Pero el Sr. Moon también ha dicho que estaría dispuesto a reunirse con el Sr. Kim solo si recibiera garantías del Norte de que ayudaría a resolver la crisis sobre el programa de armas nucleares del Norte.
«El Sur y el Norte compartieron el entendimiento de que deberían continuar con el ánimo positivo de paz y reconciliación creado por las Olimpiadas de Pyeongchang y deberían promover el diálogo, los intercambios y la cooperación intercoreanos», dijo la oficina del Sr. Moon en un comunicado.
Si el Sr. Moon acepta la oferta del Sr. Kim de venir al Norte, será la tercera cumbre entre las dos Coreas.
Kim Jong-il, el padre del Sr. Kim, se había reunido con dos presidentes surcoreanos en Pyongyang, la capital de Corea del Norte, antes de su muerte en 2011: con el presidente Kim Dae-jung en 2000 y con el presidente Roh Moo-hyun en 2007.
Ambos presidentes de Corea del Sur han tenido problemas bajo crecientes críticas domésticas después de que sus viajes a Pyongyang habían resultado en grandes envíos de ayuda e inversión, pero no pudieron poner fin al programa de armas nucleares del Norte.
El Sr. Moon también instó a Corea del Norte a hablar con Estados Unidos, dijo su oficina. En el pasado, dijo que había un límite en cuanto a cuánto podrían mejorar los lazos de las Coreas sin una resolución del problema de las armas nucleares. En una conferencia de prensa el mes pasado, dijo que no estaba interesado en «hablar por las conversaciones».
El líder de Corea del Norte, Kim, una vez desestimado como un títere inexperto, rápidamente se ha forjado una reputación como un dictador despiadado en casa y un astuto estratega en el manejo de los enemigos externos de Corea del Norte. Desde que asumió el poder hace seis años, no solo ejecutó a decenas de altos funcionarios del partido y generales militares, sino que también sacudió la región al acelerar las pruebas nucleares y de misiles en el último año.
Se ha acercado a completar misiles nucleares capaces de golpear a los Estados Unidos de lo que su padre y su abuelo, que habían gobernado antes que él, habían esperado, y lo hicieron con un alto costo: sanciones cada vez más mordaces.
Ahora, el Sr. Kim, un dictador a los 34 años, cambió las tácticas a una ofensiva de encanto encaminada a persuadir a Corea del Sur para que rompiera filas con Washington, dijeron analistas.
El gobierno del Sr. Moon es claramente más optimista que la administración Trump sobre el potencial de la cooperación de las Coreas en los Juegos Olímpicos para crear las bases para discusiones más sustanciales. En una recepción el viernes, el Sr. Moon señaló al equipo conjunto de hockey femenino de Corea, una primera olímpica, como punto de partida.
«Los jugadores femeninos de hockey sobre hielo de las dos Coreas ahora sostienen una pequeña bola de nieve en sus manos», dijo. «Ahora, si unimos nuestros corazones y mentes, seguirá creciendo cada vez más y se convertirá en un muñeco de nieve de la paz».
El Sr. Moon se unió a la Sra. Kim y otros partidarios de Corea del Norte el sábado para animar al equipo contra Suiza. Los partidarios agitaron banderas azules y blancas que mostraban una Península de Corea indivisa.
Corea del Norte y Corea del Sur marcharon bajo una bandera en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. Algunos surcoreanos esperan que sea un símbolo de una unificación pacífica. Otros temen que sea un presagio de mayores ambiciones políticas del Norte.
El Sr. Pence, por el contrario, evitó hablar con funcionarios norcoreanos el viernes, y él y su esposa no resistieron, como la mayoría de los espectadores, cuando los atletas de ambas Coreas marcharon juntos bajo una bandera que representaba una Corea unificada. Más temprano el viernes, el Sr. Pence se reunió con desertores del norte y los invitó a contar sus historias de represión bajo Pyongyang.
El Sr. Moon desea llevar a Corea del Norte y a los Estados Unidos a la mesa de negociaciones. China ha sugerido que las conversaciones podrían comenzar si Estados Unidos suspendía sus ejercicios militares conjuntos regulares con Corea del Sur, y si Corea del Norte correspondía a las pruebas nucleares y de misiles.
Pero ambas partes se han mantenido firmes. Corea del Norte ha dicho que sus armas nucleares no son para negociar. En un discurso que pronunció el Sr. Kim el día de Año Nuevo, en el que planteó por primera vez la posibilidad de que el Norte participara en las Olimpiadas, prometió «producir en masa» armas nucleares y misiles.
El Sr. Pence reiteró el viernes que el Norte debe «poner la desnuclearización sobre la mesa y tomar medidas concretas con la comunidad mundial para desmantelar, de forma permanente e irreversible, sus programas de misiles nucleares y balísticos».
«Entonces, y solo entonces, la comunidad mundial considerará negociar y hacer cambios en el régimen de sanciones que se les impone hoy», dijo el Sr. Pence después de una reunión con el Sr. Moon.
«Kim Jong-un no tiene intención de abandonar sus armas nucleares», dijo Cheon Seong-whun, ex secretario de estrategia de seguridad y ahora investigador visitante en el Instituto Asan para Estudios de Políticas en Seúl. «Con su propuesta de cumbre, busca incitar la fricción entre Seúl y Washington al ampliar su brecha política».
El Sr. Moon no puede apresurarse a una reunión cumbre dadas las profundas dudas de Washington y porque «a los surcoreanos no les entusiasma tanto la próxima cumbre con Corea del Norte como solían hacerlo», agregó el Sr. Cheon.
Un analista senior del Instituto Sejong en Corea del Sur, Cheong Seong-chang, estuvo de acuerdo en que las últimas propuestas del Sr. Kim tenían como objetivo aliviar su aislamiento y el impacto de las sanciones. Pero Corea del Sur también necesitaba aliviar las tensiones, especialmente dada la amenaza del Sr. Trump de tomar una opción militar, dijo.
«No será sabio que el presidente Moon rechace el diálogo con el Norte y no haga más que apegarse a las sanciones por el bien de la alianza con Estados Unidos», dijo Cheong. «Corea del Sur sufrirá más si el error de cálculo o la hostilidad llevan al Norte y a los Estados Unidos a un enfrentamiento armado».
La principal oposición política, el conservador Partido Libertad Corea, advirtió que el Sr. Moon fue engañado por las «falsas ofensivas de paz» del Norte. Pero el Partido Democrático gobernante del Sr. Moon celebró con entusiasmo la perspectiva de una reunión cumbre intercoreana.
Una portavoz del partido, Kim Hyo-eun, llegó incluso a pedir la reapertura de un parque fabril conjunto en la ciudad norcoreana de Kaesong. El predecesor conservador y acusado del Sr. Moon, el presidente Park Geun-hye, cerró el parque hace dos años. Washington dice que la reapertura del parque violaría las sanciones, una preocupación que el Sr. Moon compartió.
Estados Unidos también se ha opuesto a la suspensión de sus ejercicios militares conjuntos con el sur, aunque acordó retrasar los simulacros programados para febrero hasta que se terminen los Juegos Olímpicos. Shinzo Abe, el primer ministro de Japón, le pidió al Sr. Moon que realice los ejercicios poco después de que finalicen los Juegos, pero el Sr. Moon le dijo a Abe que no se inmiscuya en la «soberanía y asuntos internos» de Corea del Sur, dijeron funcionarios surcoreanos. .
El sábado, los miembros del pequeño partido progresista Minjung realizaron una manifestación cerca de un sitio olímpico, condenando a los señores Pence y Abe por cometer «descortesía diplomática» y «arruinar el partido de Corea del Sur».
FUENTE : nytimes.com
