Sin necesidad de que le diga “no” a las tarjetas de crédito, usted puede manejarlas de tal forma que le pueda sacar beneficios en vez de desventajas. Le contamos cómo.
Por ejemplo si usted está pensando en hacer crecer una empresa, aumentar su profesionalismo o invertir en una vivienda propia sin apoyo del sector financiero se le va a hacer muy difícil, porque tendría que por lo menos ahorrar durante diez años o más según los ingresos que tenga para contar con el monto suficiente para gastar o invertir en su objetivo, eso sin contar que con los años las cosas tienden a aumentar su valor y que usted solo podría hacer patrimonio a una edad bien avanzada como los 45 o 50 años.
Los ahorros aunque son necesarios e importantes, no son suficientes para lograr sueños grandes a corto plazo, es por esto que aparece la alternativa de los créditos, como una forma de solventar ciertas necesidades a largo o corto plazo. El inconveniente es que las entidades financieras que son las que realizan los créditos no prestan tan fácil dinero, sin tener la plena seguridad de a quién se lo van a dar y qué respaldo tiene esta persona.
Para saberlo revisan el historial crediticio del solicitante a través de los reportes de las centrales de riesgo, es decir, revisan cuál ha sido el comportamiento de pago de la persona y que tantos movimientos ha tenido con el sector financiero. Si usted nunca ha pedido un crédito lo más seguro es que le nieguen alguno de gran monto.
Es por esto, que usted desde muy joven debe preocuparse por acceder al mundo financiero con un producto que no sea muy riesgoso y con el que tenga la capacidad de mantenerlo. Por lo general ese primer producto casi siempre es la tarjeta de crédito, que si se sabe manejar trae muy buenos beneficios.
El problema es que con el afán de las compras, los gastos y los obligaciones la gente se deja llevar por su uso exagerado para cubrir estas cosas con avances o compras innecesarias hasta por 36 meses. Esto sucede por una simple razón: falta de planeación financiera, las personas no son conscientes de uso y tampoco se organizan para saber cómo y en qué deben utilizar su dinero.
Como afirma el Gerente Corporativo del Grupo Juriscoop, “el uso de las tarjetas de crédito debe ser responsable porque al final es un dinero que la compañía financiera nos está prestando y debemos pagarlo, junto con los intereses respectivos, que generalmente son más altos que los de otros tipos de créditos. Tenemos que ser conscientes de cuál es nuestra capacidad de endeudamiento, es decir, hasta qué punto podemos gastar”.
Algunos datos de interés
De acuerdo con el último informe a septiembre de 2017 de Asobancaria, en el país se registran:
- 14.400.920 tarjetas de crédito entre establecimientos bancarios, compañías de financiamiento comercial y cooperativas financieras.
- 15.197.241 compras con montos de hasta $2.984.351.
- 2.830.815 avances con montos de hasta 1.300.063.
Las ventajas al usar la tarjeta de crédito, según Asobancaria
- Puede diferir sus compras al plazo que desee. Recuerde que, en la mayoría de casos, al diferir a una cuota no se generan intereses.
- Muchas tarjetas de crédito vinculan programas de millas o descuentos en establecimientos determinados cada vez que usted realice alguna compra. Estos puntos y beneficios le pueden ayudar a ahorrar dinero después.
- Existen convenios especiales para obtener descuentos en establecimientos comerciales que disminuyen en gran porcentaje el valor final de la compra. Si compra de esta manera y difiere el pago a una cuota, se estará ahorrando una gran cantidad de dinero.
- También hay convenios que sirven para tener descuentos y promociones especiales en eventos culturales y visitas a restaurantes.
- El uso adecuado de la tarjeta de crédito siempre va a ser la mejor carta de presentación para futuros créditos.
- Puede realizar sus compras online, además de efectuar pagos electrónicos a través de su computador o por medio del teléfono fijo o móvil, desde su casa, oficina o cualquier otro sitio.
Cortesía: finanzaspersonales.com