La nieve ha llegado este miércoles a Florida y la tormenta de frío y viento se desplaza hacia el noreste, donde las temperaturas mínimas podrían superar récords históricos.
Toda la costa Este de Estados Unidos se prepara para una tormenta invernal que podría alcanzar proporciones históricas. Subiendo desde el sureste hacia el noreste, este miércoles por mañana la tormenta Greyson ha dejado una ligera nevada en la capital de Florida, Tallahassee (norte del estado, donde no cuajaba la nieve desde 1989), y a lo largo del día podría provocar acumulaciones de nieve sin precedentes en los estados sureños de Georgia y Carolina del Sur –hasta 20 centímetros en Charleston–. Desde el jueves hasta el fin de semana el temporal irá ascendiendo por el noreste y se prevé que un abrupto desplome de la presión atmosférica la convierta en una «bomba ciclónica» –o ciclogénesis explosiva– que sume al frío fuertes rachas de viento desatando peligrosas tormentas de nieve. El viernes se podrían registrar mínimos históricos de temperatura en Washington y Nueva York. En las dos ciudades la sensación térmica de las rachas de aire puede llegar a bajar a menos de 20 grados bajo cero.
La tormenta se extenderá desde Florida hasta Maine, estado fronterizo con Canadá, y alrededor de 41 millones de personas padecerán en mayor o menor medida su efecto. Lo peor, la potencial combinación de frío, nieve y rachas de viento poderosas, se prevé que se dé desde Boston hacia el noreste, en la región de Nueva Inglaterra. Las autoridades de esos estados temen especialmente que haya apagones mientras las temperaturas alcanzan niveles gélidos y han puesto en marcha sus planes de emergencia para tener preparados albergues para indigentes y personas vulnerables.
El efecto del huracán invernal en Nueva Inglaterra dependerá, según las previsiones, de la dirección que tome en las próximas 72 horas, si se adentra más hacia el oeste o se aleja progresivamente con sus vientos hacia el océano Atlántico. La confluencia el viernes y el sábado de un vórtice de frío polar ártico que bajará desde el norte contribuirá a un descenso radical de las temperaturas con posibles récords mínimos en ciudades del noreste como Baltimore, Nueva York, Filadelfia y Washington.
Ya este miércoles el aeropuerto Dulles, a las afueras de la capital estadounidense, ha registrado una mínima histórica de 17 grados centígrados bajo cero. Rachas de viento de hasta 40 kilómetros por hora harán que la sensación térmica en toda la región noreste pueda bajar entre tres y cinco grados más.
El ciclón invernal prolonga una cadena de días de frío extremo que comenzó el día de Navidad en la costa Este. La última semana del 2017 fue la más fría registrada en la historia en Nueva York, que no sube por encima de los cero grados centígrados desde el 25 de diciembre. Desde hace ocho días hasta hoy, que subió a -2, la temperatura máxima en Boston no superaba los seis grados bajo cero, una racha sin comparación desde hace un siglo. Al menos 19 personas han fallecido por causas relacionadas con las bajas temperaturas en Estados Unidos desde el 26 de diciembre.
CORTESÍA : EL PAÍS