Padre nuestro que estás en los cielos (1)
La oración llamada “Padre nuestro” es sin duda uno de los textos más conocidos de la Biblia.
Amigos cristianos, esta oración es un modelo para meditar; debería inspirar toda nuestra vida de oración. Primero hallamos tres peticiones concernientes a Dios, su nombre, su reino, su voluntad, y solo a continuación vienen nuestras necesidades.
En primer lugar oramos a nuestro Padre; no oramos a un Dios lejano, sino a un Padre que está cerca de cada uno de sus hijos. Al mismo tiempo nuestro Padre está en los cielos. El Dios que, por medio de Jesús, vino hasta nosotros está muy por encima de nosotros. Mora donde los ángeles proclaman: “Santo, santo, santo, Señor de los ejércitos” (Isaías 6:3). Todos los poderes y todos los acontecimientos están en su mano. Y ese Dios tan grande es nuestro Padre. ¡Podemos hablarle! ¡Qué felicidad!
Entonces, tomándonos el tiempo para estar en la presencia de Dios, confiando en su bondad, primeramente estaremos ocupados de su gloria: el honor debido a su nombre, la venida de su reino, el cumplimiento de su voluntad. Presentar estas tres primeras peticiones con sinceridad, y desearlas verdaderamente, tendrá un gran impacto en nuestra vida. Desearemos que ella esté en harmonía con el nombre de Dios. La esperanza del regreso del Señor será más viva en nosotros. Cumplir la voluntad de Dios no será penoso, sino una señal de confianza en nuestro Dios y Padre. ¡Él quiere darnos lo mejor!