El joven de origen bangladeshí Akayed Ullah, autor de un atentado el lunes en la principal estación de autobuses de Nueva York que causó 5 heridos, no está vinculado a grupos radicalizados en el país asiático, aunque estaba influenciado por un líder islamista local, informó hoy la policía de Bangladesh.
«Hemos recopilado información sobre con quién se reunió aquí. No encontramos conexión con ningún grupo radicalizado conocido, pero continuamos con la investigación», afirmó, en rueda de prensa, el jefe del departamento antiterrorista de la Policía capitalina, Monirul Islam.
Según Islam, el joven de 27 años «solía hablar a su mujer de la literatura de Jashimuddin Rahmani», el jefe y líder espiritual del grupo islamista radical bangladeshí Ansarullah Bangla Team (ABT) sentenciado a cinco años de prisión en 2015 por el asesinato de un bloguero laico.
El oficial apuntó que Ullah carecía de antecedentes penales en Bangladesh
El supuesto terrorista, que emigró a Estados Unidos en 2011 junto a toda su familia, visitó el país asiático en septiembre y estuvo «principalmente en Dacca» pasando tiempo con su mujer y su bebé de seis meses, explicó Islam.
Ullah, que se encuentra entre los heridos en la explosión, detonó el lunes un artefacto casero en un túnel que conecta la terminal de autobuses de la Autoridad del Puerto de Nueva York con el metro suburbano de la plaza de Times Square.
Según el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Ullah se habría radicalizado por los mensajes divulgados en internet por el grupo terrorista Estado Islámico (EI), mientras que la Casa Blanca anotó que el joven pudo entrar en el país en febrero de 2011 gracias a un visado de reagrupación familiar.
A Bangladesh, país de mayoría musulmana, se le ha adjudicado tradicionalmente la etiqueta de moderado, aunque las alarmas del radicalismo se han disparado desde 2013 tras una serie de atentados que han causado más de 70 muertos, fundamentalmente blogueros, intelectuales, extranjeros y miembros de minorías religiosas.
El más impactante de todos esos crímenes fue el asesinato de 22 personas, en su mayoría extranjeros, en el asalto a un restaurante de la acomodada zona diplomática de Dacca en junio del año pasado perpetrado por grupo que se declaró leal al EI, aunque las autoridades de este país los consideran un grupo radical local.